Un vestido con personalidad para un día perfecto: La boda soñada de Gabriela y Manolo

Gabriela confió en Navascués para imprimir su estilo propio en un precioso vestido con el que estaba radiante en su gran día

Por hola.com

Gabriela Carriles tenía muy claro cómo quería que fuera el vestido que luciría durante su boda con Manolo Gasset. Un día soñado, que ambos esperaban con mucha ilusión y para el que ella diseñó mentalmente la imagen de su vestido perfecto: un diseño romántico, con un corte original, que fluyera con tejidos ricos, sueltos y vaporosos.

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Para un día que recordará durante el resto de su vida, Gabriela quería lo que cualquier novia: un vestido que le hiciera sentir cómoda, que reflejara perfectamente su personalidad y resaltara su belleza natural. Con esto en mente visitó el taller de Navascués para ponerse en manos de sus profesionales y crear un vestido que llevara el sello personal de su estilo propio.

El resultado salta a la vista en las fotos de su álbum de bodas... y en la sonrisa de Gabriela. Un precioso vestido blanco liso ceñido en la parte superior y con una vaporosa falda con capas superpuestas que caen desde la cintura decorada con detalle anudado, manga larga con transparencias y un larguísimo y ligero velo flotando tras ella. La viva imagen de la felicidad luciendo el vestido con el que soñaba y que pudo hacer realidad.

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Cristina Martínez-Pardo Cobián es una de las grandes profesionales de la costura. Después de muchos años de experiencia, ha sabido crear un gran equipo de trabajo que se encargan de adecuar y personalizar los diseños a la forma de ser de novias que, como Gabriela, se ponen en sus manos. Su firma es considerada entre las mejores de España y ella es reconocida como una de las 'top' en trajes de novia.

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Así nos cuenta la gran protagonista del día su experencia en el día más feliz de su vida de la mano de Navascués en su "boda soñada":

Manolo y yo nos casamos un precioso día soleado en la Ermita de Nuestra Señora de La Paz, de la Moraleja. Teníamos muy claro que queríamos celebrarlo en la finca Las Tenadas y, sin duda, acertamos. Conseguimos que todo el mundo estuviera muy a gusto en un ambiente rústico y acogedor decorado por Isabel López Quesada. Navascués se ocupó de ayudarme a diseñar mi vestido soñado. Además de su profesionalidad, el trato fue inmejorable. Volvería a hacerlo con ellos siempre. También se ocuparon del vestido de mi sobrina, Victoria, que fue mi ‘damita’ de honor. En cuanto al ramo y toda la decoración floral, estuvo a cargo de Sara Manzano, de la Santería de las Flores. El catering, obra de La Blonda, resultó genial, al igual que la música. La de la Iglesia, por el grupo Alborada; y en la fiesta, por el grupo La Fiebre. Uno de los momentos más emocionantes fue el baile con mi padre, a la luz de unas bengalas que mis hermanas repartieron a los invitados, y después, por supuesto, el baile con mi marido. Navascués entendió perfectamente la idea de vestido que quería. Un diseño romántico de corte muy original, con tejidos ricos, fluidos y vaporosos.

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¡Enhorabuena!