Ramos de novia: ¿Cómo escoger el 'bouquet' más adecuado?

La elección del ramo de novia se puede reducir a una simple cuestión de matemáticas

Por hola.com


A la hora de escoger el ramo de novia más adecuado no sólo hay que tener en cuenta el estilo de la novia, la boda o la flor que se encuentre en temporada: las matemáticas juegan un papel muy importante para dar con el bouquet ideal, que encaje a la perfección con las dimensiones del vestido, nuestra estatura o nuestra silueta.

De este modo, es fácil escalar el tamaño del ramo de acuerdo al tamaño y talla de la novia: un ramo petite es ideal para una novia de talla pequeña, mientras que las piezas de mayor volumen funcionan mejor en las manos de mujeres más altas o de mayor tallaje. La fórmula es sencilla: elegir el ramo inverso a nuestra talla acentúa la estatura de la novia, haciéndola parecer más grande o más pequeña en comparación con el arreglo de flores.

Los ramilletes y las flores únicas son así la mejor opción para las novias bajitas y de complexión delgada, mientras que los bouquets redondos o los ramos en cascada resultan ideales para las novias voluptuosas.

La misma relación se establece entre el ramo y la forma del vestido: un traje de novia de falda princesa deberá llevar un ramo acorde, que no se 'pierda' entre las diferentes capas, tejidos y texturas. La ecuación inversamente proporcional se aplica a los vestidos rectos, a los de estilo años 20 o a los trajes de novia cortos: apuesta por un ramo en tamaño medio, con flores frescas como anémonas, rosas, calas o incluso pequeños bouquets-joya.

Si el vestido tiene bordados de pedrería, es importante elegir un ramo de novia que luzca en nuestra mano sin ocultar los detalles más bonitos del traje: los ramos en cascada, por ejemplo, desvían la atención de la cintura, por lo que es mejor evitarlos si nuestro vestido lleva un precioso bordado bajo el escote, o un fajín especialmente bonito adornado con brocados o joyas.

Asimismo, si el traje incorpora muchos pequeños detalles -hilo de plata, cristales, perlas, strass y, muy especialmente, flores de tela bordadas-, lo mejor será contrarrestar con un ramo sencillo, de un sólo color, y dimensiones XS. Si la boda es al aire libre, apuesta por todo lo contrario: aunque es difícil competir con un jardín maravilloso o una playa de arena blanca, hasta las flores más humildes pueden hacerte ganar protagonismo una vez combinadas en los colores adecuados.