La diseñadora Inmaculada García pareció tomarse al pie de la letra la famosa ‘luz’ que irradian las novias en su gran día durante la recta final de la segunda jornada de la Barcelona Bridal Week: al menos así lo sentenciaban los espectaculares tocados coronando su colección de novia y fiesta para 2012, y que, a última hora de la tarde de ayer, convirtieron a las modelos en enormes lámparas, candelabros y pantallas vivientes, que rápidamente se transformaron en una de las notas distintivas del desfile.
Una luz que, por otra parte, también se reflejó en los vestidos en forma de broches con motivos florales, entre los que no faltaron hojitas de color menta o pequeñas ramas y flores de cristal, elaborados artesanalmente, y que remataban la mayoría de creaciones enroscándose a la cintura y cadera, realzando los tules y bordados metálicos. En lo que respecta a las siluetas, en esta ocasión la modista se ha dejado llevar por las estructuras inspiradas en las mujeres del siglo XVIII, reforzando el efecto con complementos y accesorios artesanales con efecto envejecido, que ‘dilatan’ las líneas del tiempo. La nota de color: la colección de fiesta, más atrevida, y en la que no faltaron el rosa chicle, los fucsias combinados con verdes, lilas y el azul eléctrico.
Tampoco estuvieron carentes de imaginación los tres nombres que integran la Plataforma Alta Costura, y que fueron los encargados de echar el cierre (tardío) a la jornada: Frans Baviera, Piedad Rodríguez y Teresa Ripoll apostaron por la moda de fiesta sin restricciones, dando rienda suelta a todo un estallido de color, que dejo el ánimo levantado a los espectadores que dispuestos a quemar los últimos cartuchos del día. La propuesta más consistente, la de la pareja barcelonesa, que este año ha querido añadir una nota tecnológica a equipando a las maniquíes con las últimas novedades digitales: auriculares, iPads, teléfonos móviles de última generación… escondidos en ingeniosos bolsillos internos, para poder dejar el bolso en casa sin renunciar a llevar nuestros gadgets más preciados con nosotras. Destacamos: su particular Bjacket, una chaqueta de novia elaborada con ratones Apple bordados, que originalmente fueron enviados por los lectores del blog de la firma, y que la pareja tiene pensado hacer llegar en forma de obsequio a la propia Lady GaGa.
Más sosegadas, y siguiendo el ritmo marcado por las notas de guitarra de la cantautora Russian Red, las ‘invitadas’ y madrinas de Piedad Rodríguez se inspiraron en los colores del arco iris para dar vida a su colección 2012, con predominio de colores vivos como el coral, el rojo o el turquesa, y siguiendo la tradición del traje de chaqueta y vestido corto para las bodas de día, y los suntuosos vestidos largos en seda y pedrería para la noche. Una norma seguida de cerca por la veterana Teresa Ripoll, que, inspirada por el espíritu de los años 50 y 60, impregnó sus tejidos de luz mediante combinaciones de mikados bicolor y mezclas de suntuosos tejidos, y entre los que no faltaron los otomanes con chantilly, las organzas, los bordados con lentejuelas y los grandes jacquares en tonos ácidos.
