Las normas son sencillas: vosotros escogéis los destinos en base a la lista de compañías aéreas colaboradoras que tenga la agencia, y ellos se encargan de dar con las combinaciones más económicas, siempre y cuando el itinerario no se salga de unas reglas relacionadas con las distancias y el tiempo. El gran inconveniente, evidentemente, no es el precio (las reservas fuera de temporada alta permiten visitar hasta 12 destinos por un precio similar a una estancia en un hotel de lujo en el Caribe), si no la cantidad de días que se requieren para poder realizar un viaje de estas características. Aunque puedes hacerlo tan largo como quieras (desde tres o cuatro destinos a lo largo de dos semanas, hasta una experiencia completa de un año), solo los muy privilegiados, capaces de tomarse un tiempo sabático, solicitar una excedencia o acumular varias semanas de vacaciones, podrán sacarle el máximo partido a un viaje que permite descubrir rincones de la Tierra tan fascinantes como Hong Kong, Bali, Tokyo, Bangkok, Hawaii, Sydney, Las Vegas o Johanesburgo.
Un 'todo en uno' que sin duda es el sueño de los adictos a los viajes y la aventura, y que consume tiempo, no solamente una vez iniciado el trayecto, si no también durante su organización: informarse a cerca de las temperaturas y condiciones climatológicas de cada parte del globo a la que vayamos a viajar, hacer la ronda de vacunas necesarias para algunos países, obtener los visados, organizar la manera mas útil y segura de llevar dinero (y de no perderlo a la hora de cambiar recurrentemente de divisa), informarse de cómo realizar llamadas a casa desde las distintas partes del mundo, o hacerse con un mini laptop o netbook, que nos permita estar en contacto con el mundo exterior a través de Internet y, sobre todo, gestionar las fotografías que vayamos sacando para no tener disgustos de última hora, son sólo algunos de los mil y un detalles necesarios para llevar a cabo este viaje mágico, único en la vida. ¿Te atreves?
