Aires hippies y vanguardistas se apoderaron ayer al caer la tarde en la Barcelona Bridal Week. Por un lado, la pareja de jóvenes y arriesgadas diseñadoras Yolan Cris, presentaron su colección de vestidos de cara al 2010 siendo fieles al estilo bohemio y juvenil que les caracteriza. Sus cuatro líneas (Renacimiento, Belle Epoque, Divas y Alquimia) tienen como lazo común los tejidos nobles, que se alternan con sofisticados apliques en macramé, ganchillo y croché. Las gasas plisadas, con bajos rizados de aspecto vintage, se rematan con finísimas capas de encaje de Chantilly bordado o troquelado, tafetas y pedrería, aunque son sin duda los complementos los auténticos reyes de la colección: guantes, parasoles, pamelas, cintas de pelo, estolas de piel, toreras...
La gran protagonista: la top Eugenia Silva, que se encargó de abrir y cerrar el desfile luciendo en primer lugar un minivestido con pedrería que incorporaba una pequeña cola de gasa, y más tarde un look de novia cien por cien rockero -pantalón blanco y chaqueta de flecos a juego-, al que siguieron hasta cuatro grupos de modelos, algunas incluso portando una pareja de guitarras eléctricas consigo.
Muy bohemia resultó también la propuesta de José María Peiró para Whiteday. Al ritmo de samba y de La dolce vita, las modelos cerraron la segunda jornada de la Barcelona Bridal Week ataviadas con sencillos vestidos de corte imperio en tonos marfil y líneas difusas. Aplicaciones de pedrería y cristal en los tirantes, la cintura y el escote, remates en ganchillo, bolsillos, y un toque final que hacía presagiar que estábamos ante una colección nupcial cien por cien 'playera': el calzado, sencillo y cómodo, resultó ser la mayoría de las veces plano, y no faltaron las alpargatas de esparto, en tonos claros.
