El dicho 'blanca y radiante' nunca tuvo tanto sentido como con la colección presentada hoy por la diseñadora Merche Segarra para la firma Jesús Peiró, en la segunda jornada de la Pasarela Gaudí Novias. Un blanco puro, nuclear, ha impregnado todas y cada una de sus piezas para 2010, con vestidos-joya profusamente bordados de radiantes cristales y piedras. Siluetas muy definidas, con pocos volúmenes, con sólo algunas concesiones muy puntuales al volumen en unas voluptuosas mangas-corola, colas cortas y el siempre efectivo escote palabra de honor han dominado la colección, en la que, además, hemos podido ver los primeros encajes Chantilly, de aspecto vintage, de esta edición de la Barcelona Bridal Week.
Lo más sorprendente, los guiños a la naturaleza, propios casi de un jardín secreto. Grandes flores, enredaderas y plantas misteriosas, cristalizadas en strass, se enroscan alrededor de la cintura y el escote. Los bajos se cortan al bies, y recuerdan a la espuma rizada de las ondas de un estanque. Y las piedras nacaradas coronan los escotes en forma de broches. La ingeniosa mezcla de tejidos propuesta por la firma, libre y sin normas, concede movimiento a la figura gracias a la seda, el raso, el tafetán o la organza, bordadas con guirnaldas de encaje, mientras que las innovadoras aplicaciones de plumas se asoman al cuello, intentando escapar de los vestidos como los pájaros de una jaula.
