Niño haciendo deberes en casa.©AdobeStock

Educación

Mi hijo repite curso, ¿es el fin del mundo?

Curiosamente, son los padres quienes peor llevan la noticia de que su hijo debe repetir. Si es vuestro caso, os contamos por qué sucede y cómo podéis afrontarlo

Esta semana terminan las clases y todos los colegios del país comienzan a echar el cierre. Eso significa que, por fin, llegan las notas. Para muchos alumnos, un momento deseado, porque saben que van a ser buenas y tendrán por delante tres meses de desconexión total, pero para otros es el momento que no querían que llegase, no por las vacaciones, sino por lo que puede pasar si acumulan más de un par de asignaturas suspendidas. Un miedo que llevan mucho peor los propios padres.

Así nos lo confiesa Pili Hernández Dopico, maestra, experta en educación y CEO de El Pupitre de Pilu, que, en sus más de 15 años de experiencia, sigue sorprendiéndose “al comprobar que, cuando tenemos que dar la noticia de unas malas notas o de que un niño o niña debe repetir el curso escolar, los que peor lo llevan son los progenitores”. Algo que ocurre, nos dice la experta, “porque piensan que los que han fallado son ellos y se lo toman como algo personal; ¿por qué? porque vivimos en una época en la que tenemos que ser los mejores en todo”.

Sin embargo, no tiene por qué ser ese el motivo y tenemos que entender que repetir curso es la última medida que aplican los colegios. Primero, “se intentan realizar todas las medidas ordinarias necesarias y, si no es suficiente, entonces sí, se plantea esta posibilidad”. Por lo que, si tu hijo repite curso, has de saber que ha sido una decisión muy meditada. ¿Quieres saber cómo afrontarlo? La actitud de los padres, en este caso, nos dice la experta, “es muy importante”.

Motivos por los que se repite curso

Pilu Herández nos dice que los niños y las niñas repiten curso por motivos muy variados, y no exclusivamente por un desentendimiento de los padres (que también están, cada vez, más desconectados), entre los que destacan:

  • Un nivel madurativo inferior, con lo que al repetir “conseguimos que el alumno se ponga al nivel de sus compañeros”.
  • La posibilidad de que esté pasando por algún problema familiar o personal que le impide concentrarse.
  • Una pérdida absoluta del interés. Recientemente, se publicaba una noticia que hablaba de “la crisis de los 13 años” y de cómo los alumnos pierden de manera casi total el entusiasmo por la escuela una vez entran en 1º de la ESO. Así, hasta los 11 años, suele gustarles ir al colegio, pero en el instituto ese interés cae en picado.

Ahora, “sea cual sea el origen, cuando se le plantea a una familia la opción de repetir curso, se ha de ver como algo beneficioso para el estudiante, para que pueda superar bien las dificultades académicas y poder afrontar el resto de cursos sin problemas añadidos”, nos dice.

¿Se puede prevenir este momento?

Sí y no, depende del origen de esta situación, pero lo que está claro, nos dice la experta, “es que los padres no pueden sorprenderse demasiado, pues a las familias se les informa por escrito trimestralmente de los resultados académicos de los menores y, cuando hay suspensos de por medio, el centro siempre se pone en contacto con la familia para informarle de que algo no va bien e intentar poner las medidas oportunas”.

8 Consejos que los padres deberían tener en cuenta

Según nos confiesa la experta, “repetir no significa repetir, aunque suene a paradoja, repetimos para no cometer los mismos errores”. Por eso:

  1. Los padres han de mantener una actitud positiva ante sus hijos, porque si no, ellos mismos pueden sentir que han fallado a sus padres.
  2. Se debe hablar de la posibilidad de repetir “sin tapujos” para intentar identificar qué ha podido pasar. Hay que dejar que los niños se expresen.
  3. Acudir todos juntos al centro escolar y mantener una reunión con el tutor. La comunicación con el centro escolar ha de ser fluida y continua.
  4. En el momento que lo asumimos, debemos acompañar esta medida de repetir curso con un plan de refuerzo, no solo teniendo en cuenta las áreas curriculares, sino también los hábitos de estudio y un compromiso por parte de la familia. Debe haber un cambio.
  5. Por eso, debemos ver la repetición como una nueva oportunidad para lograr las competencias del alumno. No verlo como un castigo.
  6. Repetir no significa hacer lo mismo. Es más, durante el próximo curso, tenemos que pensar en qué debemos evitar respecto al año pasado y qué debemos reforzar.
  7. Por otro lado, debemos hacerle ver a nuestro hijo las cosas en positivo y darle confianza, explicándole que tendrá nuevos amigos, que seguirá viendo a los antiguos en las actividades extraescolares y en los recreos.
  8. Planear objetivos a corto plazo y reconocer los nuevos éxitos de nuestro hijo, poniéndolos en valor.
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