Ya se pudo comprobar este verano que Paulina Rubio y Gerardo Bazúa están felices juntos. Ambos comparten el amor por su trabajo, son los dos músicos, y siempre que tienen tiempo libre lo pasan juntos. Discretos en cuanto a su noviazgo, hasta ahora no habían hablado el uno del otro, sin embargo ha sido estos días cuando Gerardo ha contado por primera vez cómo es su relación con la chica dorada. “Estamos muy tranquilos y conociéndonos cada vez más. Estamos muy contentos, tranquilos, yo creo que viviendo nuestra vida y alejados de lo que dice tanta gente, de tantas cosas que inventan” explicó.
A pesar de que también es cantante y ha participado en un programa de televisión que le hizo conocido entre el gran público, asegura que no está acostumbrado a estar en el punto de mira de los medios. “No estoy acostumbrado, pero no me tomo mucho las cosas personales. Trato de que mi vida siga enfocada a mis prioridades”. Aseguró, con humor, que ella le da consejos en cuanto a estilo, “no te pongas esto, no te pongas lo otro”, y que él se considera un hombre celoso. La vida profesional le sonríe casi tanto como la personal ya que estos días graba el vídeoclip Por un beso de la chula, en la plaza de México de Los Ángeles.
Paulina y Gerardo se conocieron durante la segunda edición del concurso La Voz México, en el que ella ejercía de coach del equipo de Bazúa. En el mes de abril surgieron los primeros rumores a raiz de un viaje que hicieron a Cancún, unos comentarios que se materializaron en verano. Aprovechando el buen tiempo se les vio disfrutando de las vacaciones con Nico, hijo de la artista, y paseando en bicicleta. Es frecuente verles además disfrutando de su tiempo libre juntos, como se puede comprobar en la foto que acompaña este texto (salían de cenar en Hollywood). Gerardo le ha devuelto la ilusión a Paulina tras el divorcio de esta y Nicolás Vallejo-Nágera, separación que llegó después de cinco años de matrimonio.
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