Jennifer López se ha soltado la melena este fin de semana. Dejando de lado los formalismos y protocolos que muchas veces debe seguir en sus apariciones públicas, la cantante ha dejado ver su lado más divertido disfrutando junto a sus hijos, Max y Emme, de 5 años, de una jornada en Disneyland.
La cantante, que en esta ocasión no contó con la compañía de su novio, el bailarín Casper Smart, rió, jugó y hasta chilló junto a sus hijos mientras disfrutaban juntos de las numerosas atracciones del parque.
Con una sencilla camiseta blanca, unos pantalones de chándal azules y unas enormes gafas de sol, Jennifer iba de lo más preparada para pasar un día de auténtica diversión. Tanto es así, que la intérprete dejo en casa sus características y ostentosas joyas luciendo tan solo un sencillo colgante con una cruz de oro a conjunto con un brazalete, un anillo y unos pequeños aretes.
Mientras tanto, Max y Emme, quienes no borraron la sonrisa de su boca durante toda la jornada, iban vestidos para un día de auténtico calor. Emme lucía un adorable vestido azul y Max, quien llevaba su brazo derecho escayolado, llevaba unos holgados pantalones cortos a conjunto con una camiseta blanca.
Al día siguiente, Jennifer López se unió a Taylor Swift en el escenario del Staples Center de Los Ángeles, junto a la que interpretó el tema Jenny From The Block dejando boquiabiertos a los asistentes, para quien la presencia de Jennifer fue toda una sorpresa.