Su actuación en la fiesta de investidura del presidente Obama levantó una campaña de críticas que ha puesto su nombre en boca de miles de personas. ¿Hizo playback una de las artistas más admiradas del panorama? ¿Por qué no cantó en directo? ¿Hará lo mismo en el intermedio de la Super Bowl? Las preguntas se multiplicaron hasta el punto de que ha sido la propia Beyoncé la que ha salido al paso de los comentarios en una comparecencia ante los medios, días antes de su próxima cita con el micrófono (el próximo 3 de febrero se celebra la Super Bowl).
La artista admitió que había hecho playback en la citada actuación, que debido a que hacía “mucho frío” tuvo que pregrabar su voz y que no había tenido tiempo de ensayar con su orquesta. “Soy perfeccionista. Y una cosa típica en mí: practico hasta que me sangran los pies. No tuve tiempo de ensayar con la orquesta. Debido al tiempo, al retraso… no me encontraba cómoda cantando en directo” añadió. Sin embargo, sí que confirmó que en el partido su voz sonará en directo aunque no quiso desvelar cuáles serán los temas elegidos. “Definitivamente cantaré en vivo. He ensayado. No puedo decirles cuál será el setlist, pero fue difícil escoger las canciones porque no es sencillo condensar toda una carrera en 12 minutos”. Tampoco confirmó quiénes la acompañarán en el escenario aunque se rumorea que podrían ser Nelly Rowland y Michelle Williams, excompañeras de Destiny’s Chile, o su marido Jay Z.
Después de una cita tan importante le espera otro compromiso igual de relevante. “Al terminar la Super Bowl pienso dedicarme a disfrutar a mi hija, porque la extraño. Le he dicho ‘mami estará libre a partir del domingo a las 9’”. Su familia ocupa ahora el primer lugar entre sus prioridades y es que era tal su deseo de ser madre que la pérdida de un bebé, poco antes de tener a su niña, la dejó sumida entonces en la tristeza. En el documental sobre su trayectoria, Life is but a dream, trata esto, algo de lo que nunca había hablado a sus fans. “Hace casi dos años, me quedé embarazada por primera vez. Escuché el latido de su corazón, la música más bonita que he escuchado en mi vida. Elegí nombres, me imaginé cómo sería mi bebé… me sentí muy maternal”.
Su refugio entonces fue la música. “Me fui al estudio y escribí la canción más triste que he escrito en mi vida. Fue la primera que hice para mi álbum y fue la mejor terapia para mí, porque es la cosa más triste a la que me he enfrentado nunca”. Poco después volvió a quedarse embarazada y sintió una felicidad que compara a la que te embarga cuando te enamoras y no puedes contener la emoción. “Estar embarazada es casi como enamorarse. Estás en las nubes. No hay palabras para definir lo que significa tener un bebé creciendo dentro de ti, así que quieres gritarlo y decírselo a todo el mundo”, explica en el documental.
