Una nueva y polémica decisión ha dejado atónitos a los que veían la segunda gala en directo de La Voz. Uno de los concursantes del equipo de Melendi y también de los favoritos del público, Ruimán, anunció su abandono inmediato del concurso. Después de una impecable actuación, interpretó Remolino de Pancho Céspedes, recibió una tremenda ovación del público y nada vaticinaba lo que estaba a punto de ocurrir a continuación. Tras desear feliz Navidad, comunicó su decisión. “Por desacuerdos con la dirección del programa y por incomodidades con mi coach, he decidido dejar esto porque creo que es mejor abandonar a tiempo y dejar que sigáis disfrutando de esto”.
La cara que se le quedó a su mentor, Melendi, que le acompañaba en escena fue un poema. Sin palabras lo dijo todo. “Tengo la conciencia tranquila, pero me da un poco de pena porque se desvía la atención de estos artistas. Sea lo que sea e independientemente de los motivos que tenga, creo que hay momentos mejores para decir las cosas porque ahora mis artistas han perdido un poco de atención” confesó el asturiano. Malú, otra de las coaches, salió en defensa de su compañero artista. “A este que está aquí sentado le conozco perfectamente y me pongo en el fuego con que no me creo que haga nada en perjuicio de sus artistas”.
El presentador Jesús Vázquez desveló después que el concursante había sido elegido como favorito por el público, por lo que estaría salvado de la expulsión. “Un 41,6% de la audiencia ha votado por él y nosotros le hemos dado este resultado, le hemos dicho que era el ganador y que la audiencia estaba con él. Ha dicho que no, que se sentía incómodo por un problema que ha habido con su cuenta de Twitter” dijo Vázquez. Al día siguiente el concursante habló en el programa de Ana Rosa Quintana y no quiso explicar los motivos de su abandono, unas razones que dijo que expondrá en su momento. Ruimán añadió que se encontró incómodo y que algo sucedió en el backstage que le hizo tomar la drástica decisión.
En un comunicado enviado por el concursante horas después explicaba sus razones. Ruimán proporciona un listado de quejas sobre lo que él ha sentido como desplantes por parte de La voz, ocho en total: no haber sido tratado equitativamente en lo que respecta a la publicidad del concurso; haber sido ignorado en durante la grabación del espacio, la hora de los elegidos y no haber recibido asesoría estilística por parte del programa; haber tenido que cantar una canción que no era de su elección; haber recibido el material para ensayar el tema más tarde que el resto de sus compañeros; haber recibido amenazas por parte de Telecinco sobre la posibilidad de eliminar su cuenta de Twitter; no haber sido peinado por los peluqueros del programa el día de la gala; haber sido eliminado de la web del programa; y no haber sido avisado de que, antes de cantar, y una vez sobre el escenario, se iba a grabar un anuncio.
En el documento, de cuatro páginas, expresa: "He participado con mi mejor deseo, con la mayor ilusión y me han deshecho mis ilusiones y me han intentado romper como persona. Precisamente ese es mi límite y tengo suficiente dignidad para retirarme y quitarles de cuajo todas las trabas que parece que tenían conmigo. Cuando uno estorba o no es bien recibido, mejor se va por donde vino y es lo que he hecho simplemente, a pesar del dolor que se me ha causado gratuita y deliberadamente".
Esta es la segunda gran polémica que salpica el espacio, que sigue arrasando en cuanto a índices de audiencia (cerca de 4.800.000 espectadores). La salida de Saray Abellán fue un auténtico revuelo. Se criticó mucho a la concursante por sus maneras al abandonar el plató, por no despedirse de los coaches y por unas palabras, supuestamente amenazantes, que dedicó a su mentor David Bisbal. Sin embargo, tras la emisión del vídeo de ese momento en el debate de La Voz, explicó que se había malinterpretado su reacción, que ella misma describió diciendo que se encontraba “triste y decepcionada”.
Dada la buena acogida que ha tenido el espacio, los ocho finalistas de La Voz saldrán de gira por diversas ciudades de España. Aunque se podrían añadir más fechas, de momento las programadas son: Bilbao, el 4 de enero, Madrid, 6 de enero, Zaragoza, 11 de enero, Barcelona, 12 de enero, Valencia, 19 de enero, y Sevilla, 2 de febrero.
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