Julio Iglesias cierra su gira española en Marbella: 'Hoy duermo en casa'

El cantante admitió que tras el concierto se retiraría a la residencia que posee en Ojén (Málaga)

Por hola.com

El cantante Julio Iglesias celebró anoche el último concierto de su gira española en el Starlite Festival de Marbella (Málaga), en el que ha recorrido su dilatada carrera musical, repleta de éxitos, durante una hora y cuarenta y cinco minutos, donde ha cantado en varios idiomas y ha registrado un lleno absoluto.

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 El espectáculo arrancó a las 22,15 horas con el tema Amor, amor, al que siguió Natalie y La gota fría, en un auditorio abarrotado al que acudieron 3.000 personas, según han informado a Efe fuentes de la organización. El artista de habla hispana más reconocido a nivel mundial, contó entre sus espectadores con algunos de los rostros conocidos más habituales de la provincia malagueña, entre ellos Gunilla von Bismarck y su marido, Francisco Ortiz o Carmen Lomana, quien luciendo un conjunto muy veraniego y juvenil no quiso perderse la oportunidad de ver brillar a Julio una vez más sobre el escenario.

 

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El escritor Mario Vargas Llosa o el empresario Pedro Trapote, siempre acompañado por su esposa Begoña García Vaquero fueron otros de los que pudieron disfrutar de los éxitos del cantante, quien pidió al público su colaboración para interpretar alguno de los temas, entre ellos el My sweet lord, al que los espectadores acompañaron con palmas.

El cantante, que mantiene una relación muy directa con la Costa del Sol, ya que tiene su residencia en Ojén (Málaga), municipio cercano a Marbella, ha destacado que este era un concierto muy importante para él, ya que "duermo en mi casa, me despierto en mi casa, y tengo a mi familia aquí con ustedes, que son más que mi familia". 

Agradeció a sus fans el vivir una "vida intensa" como la que le han dejado vivir, viajando de país a país, lo que le ha hecho "entender mejor las cosas pequeñas" y a la gente, "no ser culpable nunca hasta que se demuestre", y por supuesto, "no juzgar a nadie", lo que acabó provocando el aplauso de sus seguidores.

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Con su inigualable forma de interpretar las canciones, Julio cantó al amor en solitario y a dúo con sus coristas, y se animó con varios géneros, deleitando a sus seguidores con boleros, rancheras y tangos, incitándolos a participar en numerosas ocasiones con un "a ver Marbella". El vocalista cantó clásicos como De niña a mujer, Quijote, tema que provocó la ovación del público, Abrázame, que el público tarareó junto a él, o Hey, con la que le piropearon. Además el enorme intérprete también tuvo tiempo para recordar al tenor italiano Luciano Pavarotti, ya fallecido, al que le dedicó una canción.

Con Me va, me va puso al público en pie, animando así la actuación y haciendo que la noche marbellí fuera una vez más única. Le siguió La vida sigue igual, con la que precisó que a veces "una pequeña circunstancia de la vida te la cambia para siempre", recordando que la escribió en 1963, y que "gracias a ella estoy aquí".

Con el público totalmente entregado, Julio terminó su actuación retomando el Me va, me va, donde hizo un amago de desprenderse de la chaqueta y acabó arrancándose la corbata, que lanzó al público, tras despedirse gritando un "me va Marbella".

Por sinergias de la vida, el cantante ofreció ayer el último concierto de su gira mundial en España en la cantera de Nagüeles, ubicada en Marbella, lugar de donde se extrajeron las piedras para construir el recinto portuario Puerto Banús, que el propio artista inauguró con un concierto en 1970, al que asistieron la Princesa Grace de Mónaco y el Aga Khan; y donde hay una calle con su nombre desde 2002.

Julio Iglesias ha editado 80 discos en todo el mundo, de los que ha vendido más de 300 millones de copias, ha sido galardonado con 2.600 discos de oro y de platino, un premio Grammy y un American Music Award, y cuenta con una estrella en el paseo de la fama de Hollywood.