Parece que después de la pierna de Angelina Jolie en la entrega de los Oscar, el blazer blanco de Miley Cyrus también pasará a ser recordado. Y es que desde que puso un pie en la alfombra blanca de la entrega de los Premios Billboard, dejó boquiabiertos a todos los allí presentes. Con tan sólo con un blazer de color blanco a modo de vestido, una pequeña cadena decorando su escote, unos zapatos de tacón en blanco y negro y su melena corta cardada, la cantante parece que ha enterrado del todo la dulce imagen de la niña Hannah Montana.
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Ella fue sin duda una de las que causó más sensación a su llegada, aunque también brillaron en la alfombra roja Katy Perry, Taylor Switf, Carrie Underwood, Alicia Keys y Zooey Deschanel o Natasha Bedingfield. Pero la protagonista de esta noche de premios fue Adele, que ganó doce galardones que no pudo recoger, entre ellos el de mejor álbum por 21, mejor canción alternativa por Rolling in the Deep o mejor artista femenino, pues ella fue una de las grandes ausentes de la ceremonia, que tuvo lugar en el auditorio del hotel y casino MGM de Las Vegas y que estuvo presentada por los actores de la serie Modern Family Ty Burrell y Julie Bowen.
Otros de los triunfadores de la noche, que si estuvieron en la gala y además actuaron sobre el escenario fueron el grupo LMFAO, con seis galardones. Cuatro se llevaron el rapero Lil Wayne y el grupo de rock Coldplay, que no asistieron porque tocaban en Madrid; mientras que Casting Crowns, Jason Aldean y Lady Gaga, que tampoco fue a la gala, se alzaron con dos. Por su parte Justin Bieber, Katy Perry, que también se llevaron un premio a casa, deleitaron a su público con sus actuaciones sobre el escenario.
Otra de las ausencias más destacadas fue la de Shakira, quien se coronó cantante del año, dentro de las categorías latinas, donde también triunfaron Romeo Santos, Don Omar & Kucenzo y Pitbull.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando se recordó a los artistas desaparecidos recientemente. La actriz Whoopi Goldberg se encargó de presentar el tributo a Whitney Houston, quien falleció en febrero, y en el que participó John Legend, quien al piano y acompañado por una orquesta cantó The Greatest Love of All. Su versión fue seguida por el que fue el tema más conocido de la carrera de Houston, I Will Always Love You, al que puso su voz la cantante y actriz Jordin Sparks. La hija de Whitney Houston, Bobbi Kristina, no pudo evitar las lágrimas durante el homenaje y dijo unas palabras cuando subió al escenario a recoger el premio honorífico Millennium en nombre de su madre, acompañada por la cuñada de la artista, Pat Houston: "Solo quiero decir gracias a todo el mundo por mostrarnos su apoyo, no sólo cuando las cosas iban bien. Me siento bendecida por haber formado parte de la vida de una mujer tan increíble. No volverá a haber una igual".
También se guardó un minuto de silencio por la muerte de Robin Gibb, legendario cantante de los Bee Gees, mientras que Natasha Bedingfield interpretó Last Dance en recuerdo de Donna Summer, que falleció el pasado jueves.
