Después de semanas de rumores, les han pillado. Jennifer López ha dejado atrás su ruptura con el cantante Marc Anthony y se ha refugiado en brazos de uno de sus bailarines Casper Smart, con quien se la ha fotografiado durante una escapada a Hawai. La cantante voló a la isla de Kauai para celebrar el día de Acción de Gracias con sus hijos y otros familiares, una lista de invitados en la que incluyó al joven. La diferencia de edad no parece ser un problema para Jennifer que, a sus 42 años, ha encontrado consuelo para el desamor en el bailarín de 24.
En las instantáneas se les puede ver tomando el sol en unas tumbonas, mientras toman un cóctel, momento en el que se les capta cómodos y hablando. Poco después Jennifer se recuesta sobre el hombro de Casper, mientras este la abraza cariñosamente y le acaricia el pelo. Según algunas fuentes, se les veía muy bien juntos. “Parecía muy protector con ella, era muy dulce”. La intérprete dedicó también parte de su tiempo a sus mellizos con los que jugó en la playa y disfrutó del agua.
Tras relacionar su nombre con el actor Bradley Cooper, con quien salió en varias ocasiones, comenzó a hablarse de que era con uno de los miembros de su cuerpo de baile con quien salía Jennifer. Al principio no se le había puesto siquiera nombre, de él sólo se sabía que había jugado al despiste con la prensa abandonando un hotel de Nueva York poco después de que lo hiciera Jennifer con sus hijos. Días más tarde se le identificó como Casper, o Beau Paul Smart que es su verdadero nombre y ahora se les ha fotografiado juntos por primera vez, si exceptuamos claro las actuaciones de López. Esta ha seguido los pasos de Madonna, que también se ha enamorado de uno de sus bailarines mucho más joven que ella (se llevan 29 años de diferencia). Y es que parece que el dicho popular tiene razón, que el roce hace el cariño.
