Cientos de personas bailaron al ritmo del Waka Waka y las caderas de Shakira que pusieron el broche de oro al multitudinario concierto con el que dio el comienzo el Mundial de fútbol de Sudáfrica. El cartel era de lujo y sobre todo tenía un toque latino muy importante. Los primeros en abrir fuego fueron The Black Eyed Peas que empezaron a levantar los ánimos con Where is the love y Meet me half way, temas en inglés que dieron paso al pop en español con Juanes y su conocidísima La camisa negra, La paga y Yerbatero, su nuevo single.
Alicia Keys, con un traje negro que pretendía disimular su embarazo, tocó Fallin, Empire state of mind y No one, que encandiló al público, al igual que John Legend. El toque autóctono lo pusieron como no podía ser menos los africanos Angélique Kidjo, Amadou y Mariam y el Soweto Gospel Choir que se unieron a K’Naan que cantó Waving flag sin David Bisbal (que grabaron juntos este tema para Cola-cola).
La revolución llegó con la colombiana Shakira que para la ocasión se puso un diseño exclusivo de Roberto Cavalli: una especie de triquini con rayas de cebra y una falda que imitaba al atuendo zulú. A su She wolf y Hips don’t lie se unió la canción que todos esperaban, el himno del Mundial. El Waka Waka, con su coreografía propia, logró que el público se volviera loco y moviera las manos sin parar.
Una noche de la que algunos se habrán levantado seguramente con una cierta resaca, aunque todavía están a tiempo de recuperarse para ver los primeros partidos que enfrentan a México y Sudáfrica (a las 16.00) y Uruguay y Francia (20.30). El debut de España será el miércoles 16 en el estadio de Durbán a las 16.00 contra Suiza.
