Cogida del brazo de su marido Guy Ritchie y vestida con un original Chanel de alta costura, Madonna paseó por la alfombra roja del festival de Cannes su faceta más solidaria. La diva llevó a Francia I am because we are, el documental que ha rodado sobre los huérfanos del Sida de Malawi, el país africano en el que adoptó a su tercer hijo, David. Las condiciones de vida de estos niños impactaron a la artista que ha utilizado desde entonces su popularidad para dar a conocer su situación e invertir en escuelas y residencias apropiadas para ellos. "Es una película que quería mostrar al mundo. Es una increíble oportunidad poder mostrar esta cinta en Cannes" dijo.
Sharon Stone, también de negro, posó con ella y juntas bromearon con los fotógrafos y demostraron que a sus cincuenta años (Sharon los cumplió en marzo y Madonna lo hace en agosto) atraviesan uno de sus mejores momentos. Esa misma noche ambas se unieron de nuevo en una gala benéfica de la fundación Amfar, en la que se recaudaron fondos para luchar contra el Sida.
Madonna compagina cada vez más su faceta musical con sus incursiones en la gran pantalla, donde le hace la "competencia" a su marido que es director cinematográfico. Este año la intérprete ha estrenado película, Filth and wisdom y disco, Hard Candy, por ese orden, cosechando buenas críticas con ambos. Y es que las facetas artísticas de esta reina del pop son incontables ya que también se atrevió en su momento a escribir cuentos infantiles. Su ajetreado ritmo profesional le impidió viajar de nuevo a Malawi la semana pasada, donde iban a finalizar oficialmente los trámites de la adopción de David, una vista judicial que ha quedado aplazada de momento.
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