Jennifer López y su marido, Marc Anthony, celebraron ayer una exclusiva fiesta en honor de su futuro hijo. La tradicional baby shower (una reunión de la futura mamá y sus amigos en la que recibe obsequios para su bebé) tuvo lugar en la azotea del lujoso Gramercy Park Hotel de Nueva York.
El matrimonio encargó la dirección del evento a Elaine Goldsmith, quien fuera productora de la futura madre durante el rodaje, en 2002, de la comedia romántica 'Sucedió en Manhattan'. A la llegada a la fiesta,y entre grandes medidas de seguridad, algunos curiosos y fans de la artista, que esperaban para verla, declararon a la revista norteamericana People que 'Jennifer estaba muy guapa y muy gordita'.
Entre los invitados, estaba la actriz Leah Remini y el diseñador Roberto Cavalli, quien regaló a Jennifer una cuna rosa con estampados de leopardo. Fue una fiesta en la que reinó la decoración en tonos blancos y azules, y la sala donde tuvo lugar estaba cubierta con diminutos cristales de Swarovski.
Un embarazo envuelto en rumores
Sin duda, el primer retoño de Jennifer López y Marc Anthony es un niño muy querido y deseado por sus papás, pero el anuncio de su llegada al mundo se hizo esperar bastante. La artista, que dará a luz dentro de unas semanas, no confirmó los insistentes rumores de embarazo hasta hace sólo tres meses.
La incipiente barriguita de López, su cambio de estilo a la hora de vestir y sus movimientos más relajados en el escenario dieron las voz de alarma. Tras numerosas especulaciones, fue finalmente en uno de sus conciertos donde la feliz mamá confirmó la buena noticia a sus seguidores y al mundo entero. 'Marc y yo estamos esperando.Este es un momento muy especial en nuestras vidas'. Con esta sencilla frase resumía la artista la dulce espera que ella y su marido comparten. Pero ahí no acaban los rumores en torno a su primer niño en común, ya que según medios americanos, como la revista People, los famosos papás podrían estar doblemente felices al estar esperando gemelos.