Las nuevas siete maravillas del mundo se dieron a conocer la noche del sábado en una espléndida gala celebrada en el Estadio de la luz de Lisboa, Portugal. Hubo alegrías para unos y desilusiones para otros, ya que fueron muchas las candidatas a maravilla del mundo las que se quedaron fuera de la lista como La Alhambra de Granada, que no logró la votación deseada para hacerse con este título. Las elegidas por votación mundial a través de internet y de mensajes de móvil fueron: la Gran Muralla China, el templo de Petra en Jordania, el Cristo Redentor de Brasil, el Machu Pichu en Perú, la pirámide de Chincen Itza en México, el Coliseo romano y el Taj Mahal en India.
La gala de elección fue una explosión de luz, color y sonido y estuvo presentada por el por el actor británico Ben Kingsley y la actriz india Aishwarya Rai, Miss Mundo 1994, a los que ya casi finalizada la gala se les unió la estadounidense y ganadora de dos Oscar, Hillary Swank. También el astronauta Neil Armstrong, el futbolista portugués Cristiano Ronaldo y el ex director español de la UNESCO Federico Mayor Zaragoza tuvieron el honor de dar a conocer a las "elegidas" en una gala que fue seguida en directo por más de 1.600 millones de espectadores. Con el mundo como escenario de fondo, se fueron proyectando en grandes pantallas videos de las antiguas maravillas y de las modernas alternativamente.
Cientos de bailarines, acróbatas y patinadores pusieron el toque de color a una gala llena de emoción. Los encargados de abrir las actuaciones musicales fueron el tenor José Carreras, que realizó un dueto con la portuguesa Dulce Pontes, más tarde le siguió la actuación del ‘bailaor’ Joaquín Cortés, que bailó al ritmo de una magnífica fusión de música flamenca,andalusí y moruna, que tenía como objetivo evocar las imágenes de La Alhambra de Granada. La actuación estelar de la noche vino de manos de Jennifer López que logró conquistar el corazón de los allí presentes y de los teleespectadores a través de sus bailes y canciones pegadizas.
El aventurero, aviador y productor de documentales, Bernard Weber, que lanzó la idea de las nuevas siete maravillas en 1999, quería reemplazar la lista que dieron a conocer los historiadores y poetas griegos unos 200 años antes de Cristo, cuyos monumentos, a excepción de las pirámides de Giza, fueron destruídos en su mayoría por cataclismos. Eran el faro de Alejandría, el templo de Artemisa, la estatua de Zeus, el Coloso de Rodas, los jardines colgantes de Babilonia y el Mausoleo de Halicarnaso.
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