Estados Unidos se paralizó con motivo de uno de los encuentros deportivos más esperados del año: la XXXVIII edición de la Super Bowl. El tradicional espectáculo musical que se ofrece en cada final de fútbol americano estuvo marcado en esta ocasión por la exaltación del espíritu patriótico, el recuerdo a las víctimas del Columbia y lo inesperado de uno de los números musicales interpretado por Janet Jackson y Justin Timberlake.
Con la actuación de Aerosmith dio comienzo el espectáculo musical. Steven Tyler apareció ataviado con un traje negro de astronauta e interpretó éxitos como Crazy y Love in an Elevator. Por su parte, Josh Groban, sobre un escenario decorado con motivos de la NASA, deleitó al público con la canción You Raise Me Up en homenaje a los astronautas fallecidos en el trasbordador Columbia.
Beyoncé Knowles emocionó al público del estadio Reliant de Houston al interpretar el himno de los Estados Unidos. Vestida con un traje sastre blanco la estrella apareció acompañada por el general del ejercito de Estados Unidos, Peter Pace, que asistió en representación de los más de 800.000 soldados que se encuentran en bases militares instaladas en 165 países del mundo, principalmente en Irak y Afganistán y a quienes iba dedicado el espectáculo. Beyoncé cantó mientras la multitud ondeaba banderas del país y en las pantallas gigantes se proyectaban imágenes de soldados en Bagdad que contemplaban el espectáculo.
