Propuesta de Miguel Palacio para la primavera-verano 2008.
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Miguel Palacio vuelve a dar una lección de buen gusto con la presentación de sus propuestas para la próxima temporada. Elegancia y sofisticación se dan la mano en una colección donde destacaron los contrastes entre tejidos rígidos y fluidos, además de una estudiada búsqueda del volumen, que pone de manifiesto su buen hacer con la aguja. Sorprendieron una primera serie de abrigos, vestidos y faldas con patrones muy estructurados (que traen un cierto recuerdo a los años 60) y juegos asimétricos, así como chaquetas con doble botonadura, cuello barco y grandes solapas.
Amplios lazos, elementos centrales en su colección y estratégicamente situados, o cinturones ciñendo la cintura definen la silueta femenina; mientras que vaporosas blusas de amplia caída sirven para sugerirla. El diseñador bilbaíno también mostró minishorts y minivestidos que bien podrían ser calificados de infarto, porque son sólo aptos para quienes se atrevan (y puedan) lucir piernas. La paleta cromática se mueve en torno al negro, turquesa, caldero, dorado y malvas, logrando combinaciones arriesgadas pero muy chic. En general, la colección gustó al público presente, entre quien se encontraban dos admiradoras de excepción y siempre fieles al modisto: Laura Ponte y Simoneta Gómez Acebo.