Propuesta de Javier Larrainzar para la primavera-verano 2008. La modelo lleva un bolso diseñado por Isabel Sartorius.
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Sencillez en las formas y los diseños para conseguir la máxima naturalidad, esa ha sido la consigna de Javier Larrainzar en su colección para la próxima primavera-verano. El diseñador busca un ‘look’ cómodo y desenfadado durante el día, de manera que las bermudas y las faldas a la altura de la rodilla o rozando el suelo son las piezas clave de su fondo de armario. Sus tejidos favoritos son el popelín y el lino, aunque la gran innovación que ha introducido en el desfile han sido los estampados florales combinados con otros de rayas. Las tonalidades crudas y los detalles en fucsia, verde, azul o marrón chocolate han teñido las creaciones.
La noche para Larraínzar es el momento del encanto y la seducción. Para lograr una imagen femenina y resaltar el cuerpo de la mujer, el creador ha diseñado unos vestidos vaporosos, en diferentes largos. Muchos de ellos estaban decorados con cristales y brillos que nos trasladan a las fiestas más sofisticadas.
Pero uno de los detalles en los que Larraínzar ha fijado toda la atención han sido los complementos. Las gafas de sol de Visual Global, los colgantes y pendientes de la firma Bijem y, sobre todo, los bolsos diseñados por Isabel Sartorius han puesto la guinda a unas prendas muy ponibles que huyen de las estridencias y las exageraciones, aunque ello suponga renunciar al diseño más atrevido.