Adivina, adivinanza... ¿Cómo se descubre a una 'top model'?

Algunas de las modelos más famosas del mundo lo fueron por ¿casualidad?

Por Ana Riaza

¿Quién es ésa chica? La pregunta del millón, especialmente para los scouts de la moda, esto es, los cazatalentos que desde la década de los 80 vienen descubriendo a las modelos que más dan qué hablar en pasarela, y que acaban protagonizando campañas multimillonarias. Algunas de ellas incluso llegan a traspasar la etiqueta de 'modelo revelación' y se acaban convirtiendo en fashion icons y auténticas leyendas. Algo que no siempre estuvo tan claro, especialmente si su llegada al mundillo se produjo casi por casualidad. Es el caso por ejemplo de Naomi Campbell o Kate Moss, 'fichadas' a la antigua usanza (a plena luz del día), y que contrasta con otras incorporaciones más recientes a la pasarela, entre ellas las chicas del fashion squad, Kendall Jenner, Gigi Hadid y Cara Delevingne.

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Este tema precisamente es el que se ha convertido desde hace unos meses en la comidilla entre las 'veteranas' de la catwalk, las tops con nombre propio que marcaron un antes y un después en la moda, y que parecen no estar demasiado contentas con el giro que las redes sociales han dado a la vida del cazatalentos de moda. Hoy en día, existen, de hecho, agencias que se dedican exclusivamente a buscar nuevos rostros a través de Instagram: son las Instagirls, un término inventado por la edición norteamericana de 'Vogue', y que incluye tanto a las modelos que son descubiertas en redes sociales, como a las que comienzan a ganar popularidad una vez empiezan a compartir selfies. Más de una modelo profesional reconoce dar más peso hoy en día a las auto-fotos que a su portafolio, algo que ha tenido un efecto directo en la manera en que los directores de 'casting' y agentes eligen a las modelos. Uno de los casos más sonados: las últimas campañas orquestadas por Marc Jacobs para la línea Marc by Marc Jacobs se han basado en rostros descubiertos exclusivamente en Instagram, con hashtag de por medio (#castmemarc en inglés, o lo que es lo mismo, 'elígeme Marc' en español), para desespero de modelos como Naomi Campbell, que ha mostrado abiertamente su enfado por este nuevo tipo de 'fichajes' a los que menudo se etiquetan de 'demasiado fáciles'.

Una foto publicada por Kendall Jenner (@kendalljenner) el

Pero, ¿cómo negar el poder de convocatoria de alguien como Kendall Jenner, que acumula más de 38 millones de seguidores (y subiendo) en redes sociales? Ya antes de la última maratón de fashion weeks, los expertos en estadística explicaban que, simplemente por el número de followers y likes, es posible predecir si una modelo participará en más o menos desfiles durante la semana de la moda. Un escenario muy diferente al de los años 90, cuando las maniquíes se 'fichaban' por sorpresa en plena calle, o tenían que labrarse una carrera a base de pasear su book, ir a clases de modelaje y participar en pasarelas más pequeñas hasta ser descubiertas.

Una de estas grandes leyendas de la moda es Kate Moss, buen ejemplo de este tipo de 'flechazos' entre un agente y una futura top: en 1988, cuando Kate tenía sólo 14 años, la fundadora de Storm Model Management la veía por primera vez en el aeropuerto JFK de Nueva York, acompañada de su padre y a punto de montarse en un avión a Londres. La agente, sin imaginarse que cambiaría por completo el mundo de la moda gracias a una modelo de 1,70 de estatura, cambiaría su viaje rumbo a Inglaterra en el propio aeropuerto, solamente para abordar a la futura top y su padre en el mismo avión. El resto es historia.

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Los escenarios pintorescos han sido una constante en el mundo de los cazatalentos de la moda: la cadena de restaurantes McDonalds ha servido a muchos agentes para descubrir caras nuevas -según la revista 'People', Gisele Bündchen, la modelo mejor pagada de todos los tiempos, se encontraba poco menos que en pleno Big Mac en el momento de su descubrimiento-, y la historia de la mismísima Jourdan Dunn, que pasará a los anales fashion al conseguir que medio mundo se cortase la melena, ha sido vox populi al conocerse que había sido 'fichada' en una tienda Primark. Ella misma puntualizaría al diario 'The Guardian' un par de años más tarde que en realidad no estaba comprando nada en la tienda y sólo acompañaba a una amiga, quizá asumiendo que la cadena low-cost no fuese el entorno más glamuroso para iniciar una carrera como top model. Sea como fuere, en el caso de Jordan funcionó.

Los supermercados y las tardes de shopping también han tenido su cuota de 'flechazos' fashion: Carmen Kaas, Naomi Campbell, Behati Prinsloo... todas fueron descubiertas estando de compras. Eso sí: casi siempre en grandes núcleos comerciales, conocidísimos en todo el mundo, como el mercado de Camden en Londres, Oxford Street o Covent Garden. Otras protagonizaron historias menos afortunadas pero con un final feliz: Natalia Vodianova es lo más parecido a una Cenicienta moderna, aunque en su caso el príncipe es una agencia de modelos, y el zapato de cristal, un contrato millonario capaz de abrir las puertas a campañas de Calvin Klein o Louis Vuitton. La modelo rusa fue descubierta a la edad de 15 años, cuando ya llevaba tiempo trabajando en la venta ambulante de frutas, después de que su novio de entonces le animase a acudir a un 'casting' de modelos aprovechando que un famoso scout estaba de paso por la ciudad. La prueba finalmente le abriría las puertas de París y, 17 años más tarde, Vodianova ostenta el quinto caché más alto del mundo, según la última lista de supermodelos de Forbes.

También sorprendente es la historia de la que probablemente sea la supermodelo más conocida de todos los tiempos, Cindy Crawford, que se abría camino en el mundo de la moda acumulando rumores e historias fantásticas. Después de que un fotógrafo local en su ciudad natal le sacase una instantánea, que, según dicen, ya auguraba un futuro en el mundo del modelaje, la top cogió las páginas amarillas y empezó a contactar agencias hasta acabar fichando por Elite. Cuenta la leyenda que el encuentro con el fotógrafo de marras se produjo mientras la modelo ejercía un trabajo de verano en un campo de maíz, aunque ella lo ha desmentido recientemente en Twitter, aprovechando la publicación de su biografía.

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Más sorpresas: otra modelo que cuenta con historia peculiar es Coco Rocha, que, de entre todos los escenarios posibles, fue descubierta a la edad de 14 años en una competición de danza irlandesa. Como ella misma relataba hace un par de años a la publicación 'Buzzfeed', el cazatalentos encargado de convertirla en estrella aún tendría que insistir unas cuantas veces más (siempre durante las mismas competiciones de baile, a las que también asistía su hija), hasta que por fin la madre de la top accedió a que su hija Mikhaila, de sobrenombre Coco, realizase su primer shooting profesional. Cuatro años más tarde, abriría el desfile de Alta Costura de Christian Lacroix en París. De no haber sido por la insistencia de aquel agente, nos habríamos perdido a una de las modelos más famosas de la década.