Que Meghan Markle se ha alejado de la Familia Real británica es algo que no solo se ha traducido a una mudanza transoceánica. También su armario se ha visto afectado por el cambio. Durante los dos años en los que estuvo viviendo en Reino Unido, la estricta etiqueta pasaba factura a sus elecciones. Ni transparencias, largos mini, escotes extremos o tendencias demasiado llamativas tenían cabida en sus elecciones. Sin embargo, esta nueva etapa significa también que puede tomar las riendas de su estilo independientemente de dress codes impuestos. Y es algo que está aprovechando al máximo. Hace tan solo unos días, en una de sus apariciones virtuales, reclamaba el poder favorecedor del naranja, una tonalidad que ni ella ni Kate Middleton usaban en los actos oficiales. Este jueves, hay otro look que podemos añadir a su colección de mezclas incompatibles con su vida de royal, un conjunto que ha lucido este viernes en Los Ángeles para participar por sorpresa en un evento solidario -junto al príncipe Harry-, repartiendo material escolar, ropa, comida y hasta artículos de higiene a niños de familias sin recursos que están recibiendo clases a distancia.
Meghan Markle estrena el escote más favorecedor del verano
Pero, ¿qué es lo que ha tenido su look para considerarlo una mezcla rompedora? En realidad, si nos fijamos en el conjunto, encontramos una camisa blanca masculina, uno de los básicos del armario e imprescindibles para Meghan Markle. No es tanto la clásica prenda la que nos ha llamado la atención, sino la pieza con la que la ha combinado. Como parte de abajo escogió unos pantalones cortos en color caqui. Precisamente son sus shorts los que han sorprendido a sus fans, ya que el corte mini ha estado apartado de sus elecciones estos dos últimos años.
Sin embargo, Meghan se ha encargado de rebajar un poco el corto al usar, como toque final, unas deportivas blancas. Parece que, de una forma o de otra, se mantiene fiel a este tipo de looks casuales con sneakers, calzado que la duquesa de Cambridge también escoge para los eventos que incluyen algún tipo de trabajo físico. Mientras que Kate suele utilizar las Superga -que tiene en varios colores-, la mujer del príncipe Harry ha llevado un clásico de su armario: unas Stan Smith, el mítico modelo de Adidas con el detalle verde en la zona del talón.
Aunque tenemos que admitir que otro de los complementos que nos ha encantado de la mezcla de Meghan es su mascarilla. Tanto ella, como Harry de Inglaterra, han dado ejemplo de que es fundamental utilizar este tipo de productos para cortar la cadena de contagios. Lo que no significa que no pueda convertirse en un accesorio a la moda. La suya bien se podría incluir en la lista de mascarillas de tendencia al ser un modelo blanco con rayas azules al más puro estilo navy. Además, la pieza es de la firma neoyorquina Royal Jelly Harlem, empresa que busca promocionar telas, ropa y artesanos africanos, y costaría 12,73 euros.
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