Paul McCartney y su prometida, en el desfile de Stella McCartney en París

Bajo la atenta mirada de su padre, Paul McCartney, Stella, de 30 años, presentó ayer en París la primera colección de su nueva marca, que acaba de lanzar con su propio nombre. Al lado del ex beatle aplaudía entusiasmada la que muy pronto se convertirá en su esposa, Heather Mills, vestida de los pies a la cabeza con ropa diseñada por Stella, con la que se lleva tan sólo tres años de edad.

Es la primera vez que Heather acude a un desfile de la joven, que antes diseñaba para la casa francesa Chloé, y que solía tener en su madre, la fallecida Linda McCartney, a su más ferviente seguidora.
En la memoria de todos se hallan esas fotografías de Linda y Paul, a pie de pasarela, aplaudiendo a rabiar a su hija en su debut como diseñadora de Chloé, en 1997, como si se tratara de una estrella de rock.
Junto a la pareja Paul McCartney-Heather Mills contemplaron el desfile otros aristócratas del mundo del espectáculo, como Chrissie Hynde, Dennis Hopper, Jude Law y su esposa Sadie Frost.

Stella, que dedicó el desfile a su madre y a “todos aquellos que sufrieron la tragedia del 11 de septiembre”, presentó una colección llena de humor, aunque con guiños al clima de guerra que se vive en estos momentos. La novia que presentó, por ejemplo, llevaba un largo abrigo estampado en la espalda con el símbolo de la paz, y al final del desfile, bajo los sones de la canción de John Lennon, Give peace a chance (Dar una oportunidad a la paz), Stella salió a saludar haciendo el signo de la paz con ambas manos frente a la batería de fotógrafos.

Traviesas minifaldas, culottes, leotardos ajustadísimos, tacones de vértigo y colores chillones fueron la tónica de un desfile muy esperado y que no decepcionó a los asistentes.

En la misma jornada presentaron sus propuestas para la temporada primavera verano 2002 otros diseñadores como Paco Rabanne, que volvió a presentar una colección confeccionada con materiales de última generación.