Ines de la Fressange: ‘Es maravilloso poder desfilar a los 50 años’

La aristócrata francesa regresa a las pasarelas de la mano de Moschino

Es como si Ines de la Fressange nunca se hubiera bajado de las pasarelas. Sonriente, elegante y con mucha clase, la modelo francesa desfila exactamente igual que hace 30 años.

Su rostro fue uno de los más requeridos por los modistos.

La belleza, la elegancia y la clase hicieron su aparición en el desfile de Moschino durante la semana de la moda de Milán. El tiempo se detuvo sobre la pasarela y se trasladó a los años 70: las tres 'tops' más famosas de esa década llenaron de glamour y expectación el ambiente, Violeta Sánchez, Lynn Koester y la inolvidable Ines de la Fressange volvieron a desfilar.

Cuando hicieron su aparición se detuvieron los relojes, y no sólo porque los cuerpos de las tres veteranas modelos siguen como hace 30 años, sino porque también desfilan como en aquella época, como si nunca se hubieran bajado de la pasarela. La mano en la cintura de Violeta Sánchez, la parada y mirada desafiante de Lynn Koester y la sonrisa de Ines de la Fressange, hacen olvidar el cansancio de los diez días de desfiles repleto de serias modelos. “Todo esto ocurre porque ser maniquí con 20 años es triste” comentó de la Fressange en los backstage de Moschino, “siempre tienes que estar preocupada de estar ahí, entre las mejores, y con 50 años lo importante es estar”.

La última vez que la top francesa desfiló fue hace tres años en la presentación en París de la colección de Yohji Yamamoto. Y ha vuelto a la pasarela con Moschino porque la estilista de la firma italiana, Rossella Jardini, llamó a la aristócrata y le dijo: “¿Te sientes capaz de subir a la pasarela o estás demasiado gorda?.” Inés de la Fressange contestó: “¿Yo demasiado gorda?; ¡estoy como un espagueti|” y, efectivamente, la que fuera imagen de Chanel durante la década de los 80 tiene un cuerpo perfecto para cualquier pase de modelos.

Su próxima aparición tendrá lugar en la colección de Hermes en París. “Es maravilloso sentirse deseada, aún así, en el backstage he escuchado a las jóvenes modelos preguntar ‘¿quién es esa señora mayor?', muy bien, pues ahora ya saben quién soy”.

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