La modelo portuguesa, relacionada con Alberto de Mónaco -aunque el principado ni confirma ni desmiente una posible relación entre ellos- luce su espectacular figura con vestidos de noche generalmente entallados, sin vuelo, y en colores lisos.
A veces se permite dar rienda suelta a la fantasía y sorprende con estampados muy a la moda, como el camuflaje o el graffiti. Tasha, sin embargo, no abusa de escotes de vértigo o trajes demasiado ajustados, ya que parece preferir la naturalidad y la elegancia antes que llamar la atención con ropas artificiosas y demasiado llamativas.
A diario suele vestir de modo sobrio, con vestidos camiseros o trajes pantalón de espiguilla o en colores lisos. Las gafas negras de buen tamaño, como manda la moda esta temporada, siempre la acompañan, o puestas sobre los ojos o a modo de diadema sujetando su espesa melena castaña.
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