Milán echa el cierre con una llamada al mundo del arte

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La colección destacada del día: sorprendentemente, la de Frankie Morello, un diseñador que suele arriesgar sobre la pasarela y que en esta edición de la Semana de la Moda Masculina de Milán absorbe una delas referencias que más se han repetido en las recientes colecciones masculinas: el 'look' militar llevado al extremo, con estampados de escenas de guerra.

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Rayas de colores que juegan al despiste y topos de varios tamaños dibujan la nueva colección de Ermanno Scervino, impresos sobre camisas de seda, pajartas y bañadores, en contraste con las prendas más sartoriales, como trajes de vestir, slippers o bufandas.

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La tecnología se asomó en la última jornada de Milán a través de la colección de Tillmann Lauterbach, uno de los nombres emergentes de la moda masculina que más está dando que hablar, y que en su propuesta para 2015 investiga con las texturas (algodón que a la vista parece papel), el tejido 'waterproof' y las láminas de aluminio de color reconvertidas en tejido de uso diario.

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La segunda línea de la firma de Giorgio Armani, la que lleva su nombre (la primera en salir en Milán fue la alternativa Emporio Armani Menswear), propone una bajada de tono repecto a otras colecciones de firmas de cabecera vistas estos días en la pasarela milanesa (Etro, por ejemplo). Trajes sastre ajustados de factura italiana, lejos del 'oversize' que ha dominado las tendencias de la próxima primavera-verano, y gamas de color en gris y verde de aspecto acerado.

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Muy diferente resulta la propuesta de Roberto Cavalli, cuyo desfile contó con la presencia de los líderes del grupo Aerosmith, y tanto en fondo como en forma viajó hasta la época dorada de la banda en los 70 y 80 para recuperar lo mejor de la moda masculina de cóctel, actualizada al siglo XXI: chaquetas de jacquard en dorado, bufandas de seda, 'print' de cebra, maxicinturones de kimono adaptados al pantalón...

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La traca final: los monos masculinos, el caftán para hombre y las camisas escotadas en pico o cuello redondo.

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No es la primera vez (ni la última) que una firma de moda se inspira en el mundo del arte. En concreto, las referencias de los hermanos Dan y Dean Caten de DSquared2 para su colección primavera-verano 2015 beben directamente del Pop Art, el movimiento liderado por Andy Warhol, distribuyendo el peso entre apliques de colores, salpicaduras o el estilo graffitti de algunas tipografías.

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Geometría aplicada es lo que podemos encontrar en la nueva colección de la firma Nº21, que recupera los colores básicos del armario masculino (blanco-negro, caquis, azules) y los traduce a una selecta sucesión de prendas de punto, pantalones de pinza o bermudas alternando rayas con cuadros de efecto damero.

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Las rayas también son una parte sustancial de la nueva colección de Fendi, que investiga la alternancia entre el tejido vaquero y la piel a través del uso de los accesorios (como bandoleras o incluso auriculares de piel), y de las superposiciones, mezclando camisas denim con gabardinas de piel ligera, tops de cuero o chalecos.

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El estalido de colores continúa en la segunda parte de la colección, que presta atención al técnica del desteñido 'tie-dye' en cuatro combinaciones únicas de color: negro, blanco, naranja y azul.

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La recta final del desfile de Frankie Morello dejaba claro el mensaje del diseñador: 'Make art, not war' ('Haz arte y no la guerra', en castellano), con escenas distorsionadas televisivas de esculturas grecorromanas y maxiestampados multicolor sobre blanco o gris.

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Uno de los diseñadores que en la recta final de Milán ha concedido espacio al color butano (una tendencia de cabecera en esta edición) ha sido Julian Zigerli, que incorporaba la versión más brillante de naranja a sus prendas, alternándolas con chubasqueros transparentes, crop-tops masculinos, 'prints' gráficos y prendas de aire pijamero.