Aunque los diseñadores sigan reinventando el calzado del hombre a un ritmo casi igual al femenino, lo cierto es que hay un tipo de zapato clásico que no pasa de moda. El zapato que vale tanto para un look office como un atuendo de aire más casual. Una cita romántica, o una tarde con amigos. Uno de estos zapatos universales es la bota Chelsea, que se distingue a simple vista porque no tiene cordones, y en su lugar lleva dos paneles elásticos a los lados, a menudo incorporando un pequeño 'gancho' de tela encima de la lengüeta o el talón para poder tirar de ellas y que se ajusten mejor.
Aunque parezca un zapato sencillo o incluso básico, la bota Chelsea es uno de los diseños de calzado más elegantes y atemporales, precisamente por prescindir de los cordones, dando a todos los looks con que se combinen un efecto mucho más pulido que por ejemplo un Oxford o un zapato pespunteado. Son perfectos para conseguir el sleek look que muchas firmas han puesto últimamente en pasarela, como por ejemplo Saint Laurent.
El diseño con paneles admite llevar el pantalón en largo convencional, aunque muchos hombres prefieren dejar el efecto de la bota al aire (que normalmente tiene altura al tobillo, aunque algunas firmas ofrecen modelos con cañas más cortas), dejando al aire el zapato con un pantalón tobillero o remangado al tobillo. Este tipo de look es el más popular entre los streestylers londinenes: la London Collections suele reunir a un buen número de aficionados a la moda que optan por este calzado, aunque tambien lo hemos encontrado en las semanas de la moda de París, Milán e incluso Nueva York. Algunos de los it-boys que más a menudo frecuentan la fashion week calzados con una Chelsea: el modelo Oliver Cheshire, afcionado a los clásicos de piel lisa en negro, que combina tanto con looks rockeros como con sastrería, Harry Styles, el único trendsetter capaz de arrebatarle el puesto de icono de la moda a Alexa Chung, o Johannes Huebl, que posee una línea de calzado en colaboración con la firma italiana Scarosso, y a menudo de deja ver con algunas de las botas de la firma, en ante en lugar de piel.
Es precisamente la tandencia a los pies del modelo alemán lo que parece estar marcando las modas en el universo de los fans de la Chelsea: el elástico con color, como el modelo azul celeste que le veíamos en París el pasado marzo se ha convertido en una de las shoe-trends más vistosas, con combinaciones de color muy clásicas para los chicos más tradicionales (marrón y navy), y otras más atrevidos, como los colores flúor.
Este tipo de bota, sin embargo, se aleja del modelo monocolor popularizado en el Reino Unido en los años 60, y que calzarían entre otros los Beatles o los Rolling Stones. Las conocidas como Beatle boots, de hecho, serían una de las primeras reinterpretaciones de las Chelsea, y formaron parte del 'uniforme' de los cuatro de Liverpool en sus primeros años. Estas botas se diferencian del modelo original por ser más estrechas, llevar algo de tacón y tener la punta más afilada, y también se pueden encontrar en las actuales colecciones de moda, con o sin detalles de color.
'GET THE LOOK'
1. De arriba a abajo: tres tipos de bota Chelsea con color, tanto en el elástico como en la agarradera superior, en azul celeste, azul klein y rojo, de Scarosso. 2. Variante de Chelsea, en ante de color marrón, con tacón de madera y elástico de fantasía, vista en el desfile de Tiger of Sweden. 3. Un modelo similar, en piel pulida de color negro y con costura central, partiendo la bota, de Adieu, vía Mr. Porter. 4. Bota Chelsea afinada en color negro, con tacón alto, de Saint Laurent. 5. De ante marrón, un modelo de Cheaney vía Mr. Porter. 6. Artesanales, manufacturadas en Inglaterra, y en piel fina de color marrón, de John Lobb. 7. De ante en color marrón al estilo de David Beckham, de Dukes. 8. Chelsea en azul navy con suela en azul eléctrico, de Russel & Bromley.
