Mix de estampados, nuevas texturas, desteñidos... Así fueron los desfiles en la segunda jornada de la pasarela masculina de París

La pasarela parisina afronta su recta final cerrando la jornada del jueves con las sorpresas de los diseñadores japoneses

by hola.com
Había varias de las citas en la jornada de ayer de la fashion week París que generaron expectación ya antes incluso de sentarse a descubrir las nuevas colecciones de las firmas. Una de ellas sería la dirección que tomaría la propuesta de Louis Vuitton, cuya línea masculina corre a cargo del diseñador Kim Jones desde 2011, aunque ésta sería la primera colección de la maison sin la supervisión de Marc Jacobs desde 1997. Para amortiguar el golpe, la casa optaba por la contención y por un viaje al pasado, recuperando el estampado de damero creado en 1888 por el propio Vuitton, y que se ha convertido en uno de los emblemas de su línea de viaje.

Los diseñadores japoneses, por su parte, daban la campanada alejándose de las líneas más tradicionales de sus respectivas colecciones. El más atrevido: Yohji Yamamoto, que presentaba su colección más inspirada diciendo adiós al total look black para transformar las prendas de la nueva temporada en ofrendas ceremoniales, con estampados florales, motivos de tapetería y prints militares.
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Una de las mejores colecciones del día seria la del alemán Boris Bidjan Saberi, que regresa a las pasarelas después de presentar sus colecciones del año pasado a través de la red, con piezas inspiradas en la faceta viajera del hombre, y que multiplicaban sus dimensiones gracias a capas y maxibufandas, bermudas de lana o chaquetas de piel engomada. Los accesorios invitados: los sombreros de ala ancha y las mochilas de viaje. © Estrop
Junto a las capas y ponchos, otra de las tendencias dominantes en la fashion week de París, y también Milán, ha sido la de las mangas dispares, estructuradas en tejidos y texturas diferentes de las americanas, camisas o abrigos. Damir Doma también pone en práctica esta deconstrucción en sus prendas de outwear y camisas, alargando los puños hasta fundirlos con los guantes, que parece que suben hasta el codo, mezclando piel, nylon y alpaca en un mismo look. Los colores: grises, marinos y negros. © Estrop
Junichi Abe, uno de los diseñadores japonenes que desfila en la fashion week masculina de París, es el nombre que se esconde detrás de Kolor, que ayer tomaba la pasarela parisina con sus propuestas para el próximo otoño-invierno recurriendo a uno de los motivos que más se han dejado ver en las nuevas colecciones: los estampados geométricos, en concreto las rayas horizontales, así como los acabados en pico y el patchwork, que respetaban la gama de colores neutros y los tonos más fríos de la temporada. © Estrop
La firma japonesa Issey Miyake también tenía cita con París en el calendario de ayer, aunque al contrario que su compatriota, su apuesta partiría de los neutros (también rayados), para evolucionar hacia una dirección mucho más arriesgada, con interesantes estampados gráficos que parecen generados por ordenador. © Estrop
Ahora en manos de Yusuke Takahashi, la firma recupera algunos de los must previstos para la próxima temporada, como los leggings de lycra para hombre, los colores ácidos y los efectos tie-dye, que contrastaban con la primera sección del desfile, mucho más cercana a la naturaleza -gris piedra, líneas puras, contención-, poniendo de manifiesto las dos caras del Japón actual. © Estrop
Otro que apuesta por la explosión de color y los desteñidos para la temporada que viene es Dries van Noten, que hace del patchwork y de los lavados al ácido el punto de partida para su nueva colección masculina, poniendo el acento en cuatro únicas gamas de color: rosa, azul, amarillo y verde. © Estrop
El desfile de Rick Owens en la Semana de la Moda de París del pasado mes de octubre, con su colección femenina para la primavera de 2014, se convertía en toda una revolución dentro del circuito no sólo por sus propuestas, sino por sus modelos: un grupo de bailarinas de stomp de todas las tallas y razas. Los cortes de entonces se repiten en su colección de ahora: líneas rectas, vestidos masculinos combinados con leggings, faldas, piezas con pocas concesiones a los detalles ornamentales, trajes armadura, botas altas y cobertura casi total, que deja pocos centímetros de piel al descubierto. © Estrop
Los colores: negros, tizas y terracotas. © Estrop
Inpirada en América del Sur, la colección masculina de Louis Vuitton se construye sobre materiales de la región, como la vicuña, la alpaca o la chinchilla, además de incorporar abrigos largos con solapas en pico, parkas de diferentes colores o chaquetones de zalea. La propuesta -primera sin la supervisión de Marc Jacobs después de que el diseñador abandonse la firma en octubre-, recupera los icónicos cuadros del tablero de ajedrez creados por Louis Vuitton en 1888, en tonos ocres, azulones y turquesas. © Estrop
El japonés Yohji Yamamoto también se confabulaba ayer para cambiar completamente la dirección de sus últimas colecciones, pasando de los colores lisos y las tintas planas - el total look black solía ser una de sus señas de identidad-, a una inesperada explosión de colores y estampados. Un cambio que le ha insuflado un soplo de aire fresco a la firma, con llamadas a los motivos florales, tapetería o print militar que se mantienen fieles, eso sí, a los cortes habituales de la firma, con líneas oversize, maxichaquetones y túnicas ceremoniales. © Estrop