El 'look' de... Roger Federer

El tenista suizo se ha convertido en leyenda este fin de semana

Por hola.com

Es uno de los deportistas con más clase del momento, y, desde ayer, también una leyenda: a sus 28 años, el tenista Roger Federer ha entrado a formar parte de la historia del deporte de élite tras derrotar en el corazón de la catedral del tenis, Wimbledon, al norteamericano Andy Roddick, y convertirse así en el jugador con más torneos del Grand Slam ganados del mundo.

Un éxito que el suizo ha grabado con letras de oro sobre su vestimenta a lo largo de sus años como jugador profesional, creando uno de los estilos más glamourosos sobre las pistas: sus looks para Wimblendon, donde sólo está permitido el atuendo en estricto color blanco, rozando el crema y con bordados en oro, son una de sus señas de identidad, y el tenista no ha dudado en soprender año tras año a la prensa con un estilo único e inigualable, que sin duda le sitúa en primera línea de deportistas con más y mejor estilo del mundo.

Uno de los más impactantes, el que lucía hace unas semanas al inicio del torneo de 2009, diseñado por la firma Nike especialmente para él, y que generó múltiples comentarios entre la prensa británica: chaqueta de corte militar con solapas en alto y múltiples bolsillos, chaleco y pantalones largos, todo rematado con múltiples detalles dorados, incluidos los monogramas con sus iniciales. Como complementos, unas sofisticadas zapatillas y una bolsa de deporte en color oro En definitiva, un estilo muy definido y atrevido, que sin duda marcarán un récord de ventas especialmente entre los aficionados al tenis, los coleccionistas y los amantes del juego del que ya se considera el mejor tenista de todos los tiempos.

Fuera de las pistas, el astro del tenis tampoco se queda corto a la hora de sorprender con su look moderno con toques vintage: la camisa con amplio cuello de pico y suéter oscuro son un clásico, que a veces combina con chaquetas en tonos grises o chocolate. Para el look de etiqueta, el suizo se decanta por el clásico esmoquin, donde la tradicional pajarita se convierte en el complemento indispensable.