Aprender a comer bien no solo puede ayudarte a adelgazar y estar en forma, sino que es fundamental para reforzar tu sistema inmune, que tu piel se vea mucho más bonita, ayudarte a sentirte mejor e incluso ser más feliz. Sin embargo, esta es una tarea más complicada de lo que parece. No basta con reducir la cantidad de calorías y cenar poco por las noches, sino más bien encontrar el equilibrio perfecto para conseguir el aporte nutricional que necesitas y, por supuesto, hacer caso a los expertos. Y es que, cada persona es un mundo. 

No obstante, existen una serie de puntos clave universales que deberías aplicar a tu dieta si quieres dar el cambio hacia un estilo de vida más saludable. Pequeños detalles que, sin grandes esfuerzos, te ayudarán a notar un cambio significativo. 

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No hagas caso a los falsos mitos

Seguro que en más de una ocasión has escuchado que las grasas son malas para la salud. Incluso es probable que hayas tratado de eliminarlas de tu dieta, por la falsa creencia de que están relacionadas directamente con la aparición de problemas cardiovasculares u obesidad. Nada más lejos de la realidad. De hecho, está demostrado que las grasas ofrecen múltiples beneficios. Es por ello que es importante incorporarlas a tu dieta a través de alimentos tales como los pescados, las carnes y los frutos secos, evitando eso sí los productos procesados. 

Mejora la calidad de tu dieta 

Siguiendo el punto anteior, la priámide nutricional es otro de esos universales que no hace sino despistar. Según su construcción, lo recomendable sería consumir hasta un 65% de carbohidratos, cuando, en realidad, la base alimentaria debería estar compuesta por verduras, seguidas de las proteínas y, en menor medida y como fuente de energía, las grasas. Realizando este pequeño cambio, estarás construyendo una dieta mucho más saludable y benficiosa. 

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Come más fruta y verdura

Además de disminuir la carga calórica de cada comida, incluir más frutas y verduras en tu alimentación te aportará las vitaminas, cereales y fibras que necesitas. 

Reduce el consumo de sal y azúcar

Según recomienda la Organización Mundial de la Salud, "el consumo de azúcares libres se debería reducir a menos del 10% de la ingesta calórica total". Sin embargo, el 75% de los alimentos procesados contienen altas cantidades de azúcar, un detalle sobre el que hemos empezado a ganar conciencia en los últimos años. De ahí la importancia de revisar muy bien la tabla nutricional de los alimentos que vas a consumir. 

En el caso de la sal, aunque puede parecer más complicado, existen diferentes especias que aportan ese toque de sabor a los alimentos y nos ayudarán a cumplir el consumo diario de sal recomendado por la OMS: 5 gramos. 

No te saltes comidas

Realizar cinco comidas diarias no solo es bueno para mantener el sistema digestivo activo, sino que además te ayudará a controlar mucho mejor la ingesta de alimentos, y evitarás llegar a cada comida con más hambre. En este sentido, el desayuno es una de las mas importantes, ya que te aportará la energía necesaria para afrontar el día.