Ha formado parte de la alimentación del hombre desde los tiempos prehistóricos. Una larga vida como alimento fundamental de la dieta de todo tipo de civilizaciones y con un valor nutritivo incuestionable (lógicamente, y como todo, si se consume con moderación). Sin embargo, no siempre ha gozado de la mejor prensa, de hecho a veces se han asociado a su consumo una serie de mitos falsos. Raza Nostra (uno de los establecimientos más innovadores, especializado en la venta de carne de razas autóctonas españolas) nos ayuda a desmitificar alguna de estas creencias:
‘LA CARNE ES UNA FUENTE MUY IMPORTANTE DE CALORÍAS’
Si comparamos las calorías de un alimento utilizado comúnmente en dietas de adelgazamiento, como es el jamón cocido (130 calorías por 100 gramos), con la carne de ternera (125 calorías por cada 100 gramos) vemos que esta sentencia no es del todo cierta. En realidad, las calorías proceden de los productos cárnicos elaborados, como por ejemplo el chorizo o salchichón, y de formas culinarias como los fritos.
‘LA CARNE TIENE MUCHA GRASA’
El contenido de grasa en la carne varía en función de:
- La especie (ternera, cerdo o cordero)
- La pieza que se elija (más grasa o más magra)
- Su preparación en el punto de venta y en casa. Podemos decir que en carnicería se compran piezas con el contenido en grasa idóneo para que aroma y sabor sea agradable y aporte al organismo la grasa necesaria.
Para hacernos una idea, el músculo (la carne), está compuesto un 75% de agua, un 25% de proteínas y un 5% de grasa. Una pieza magra de cerdo, como la cinta de lomo, no tiene más de un 3% de grasa, e incluso una buena parte de ella es poliinsaturada, es decir, beneficiosa.
‘LA GRASA ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD’
La grasa, saturada o insaturada, cumple una serie de funciones en el organismo: es fuente de energía, regula la temperatura corporal, envuelve y protege órganos vitales, transporta las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), facilitando su absorción, es imprescindible para la formación de determinadas hormonas y suministra ácidos grasos esenciales que el organismo necesita de forma diaria.
La grasa que va junto a la carne, ya sea superficial o intramuscular, tiene un contenido considerable de ácidos grasos insaturados. Aunque el alimento que más ácidos grasos insaturados ofrece es el aceite de oliva, carnes como la de cerdo alcanzan hasta unos 60% ácidos grasos insaturados del total de ácidos grasos que posee; una parte importante de la grasa de carne de ternera y cerdo es rica en ácidos grasos poliinsaturados, lo que desmitifica aún mas la creencia de la negatividad de la grasa.
Lo que sí es cierto es que hay que consumir grasas con moderación: el cuerpo consume lo que necesita, y la que sobra la almacena. Por ello hay que tratar de llevar una dieta que incluya todo tipo de alimentos de forma moderada.
‘LOS VEGETARIANOS TIENEN MEJOR SALUD QUE LOS QUE CONSUMEN CARNE’
Más allá de los motivos morales o éticos (absolutamente respetables), es cierto que a veces la alimentación de un vegetariano es más elaborada ya que debe buscar y combinar todos los alimentos para suplir los nutrientes que le aportan los alimentos de origen animal. Así por ejemplo, en la carne se encuentran aminoácidos esenciales, que el organismo no puede elaborar por sí mismo y que deben de incluirse en la dieta. Además, este alimento es rico en hierro, minerales, una fuente proteica de elevada calidad y, como vemos, un producto no exento de cierta 'polémica' también. Y usted... ¿qué piensa de todas las creencias que rodean al consumo de carne? ¡Opine en nuestro foro!
