Cocina Ext.

¡Adiós a los malos hábitos dietéticos!

¿Qué costumbres alimenticias debemos dejar a un lado y cuáles tener muy presentes para llevar un dieta equilibrada y saludable? Le resumimos las más importantes.

Es importante dedicar a la comida un tiempo mínimo de 30 minutos y nunca hacerlo frente al ordenador mientras se continúa trabajando.


Seguro que muchas de las recomendaciones que a continuación le vamos a proponer de cara a conseguir ya no sólo una mejor figura si no, mucho más importante, un mejor estado de salud, ha podido escucharlas o leerlas en más de una ocasión. Éste es un resumen con algunos de esos consejos que no por repetidos son menos eficaces. Y es que nunca está de más recordar los hábitos alimenticios que debemos dejar aparcados en un rincón y aquellos que nunca debemos olvidar (especialmente porque lo cierto es que tendemos a olvidarnos con más frecuencia de la deseada...).

DEBEREMOS DECIR 'NO' A:

-El ayuno matinal. Es muy importante desayunar todos los días. Así evitaremos síntomas como irritabilidad, cansancio, falta de concentración...

-A tomar más de 2 ó 3 cafés, tés o refrescos de cola al día.

-Masticar rápidamente y comer de pie o frente al ordenador (es fundamental dedicar al almuerzo el tiempo necesario, un mínimo de 30 minutos).

-Tomar menos verduras y frutas de las recomendables. Así, si por razones de trabajo nos vemos obligados a comer fuera de casa (en estos casos suele tratarse de comidas rápidas y más ricas en grasas de lo recomendable), habrá que cuidar las cenas y complementar los valores vitamínicos y minerales de la dieta diaria con ensaladas, lácteos, zumos...

-Beber menos de, como mínimo, litro y medio de agua al día (cantidad que se deberá aumentar si se realiza ejercicio físico).

-Abusar del consumo de alcohol.

POR EL CONTRARIO, DEBEMOS DECIR ‘SÍ’ A:

-Consumir productos de temporada.

-Comer cinco veces al día pero, eso sí, en raciones moderadas.

-Reducir el consumo excesivo de grasas saturadas (snacks, bollería industrial, embutidos, mantequilla...).

-Potenciar el consumo de fibra (frutas, vegetales, legumbres..)

-Aumentar la actividad física diaria. ¿La más fácil y económica?: caminar.

-Evitar en la medida de lo posible las comidas rápidas o los platos precocinados.

-Optar por métodos de cocción más saludables: a la plancha, al vapor, al horno...

-Optar por acudir a un profesional antes de someterse a cualquier dieta ‘milagro’ cuando existen problemas de sobre peso.