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Las frutas exóticas cada vez están más asentadas en nuestro mercado.
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Hace unos años era impensable que en una frutería española se vendiera una guayaba, un mango o un maracuyá. Pero parece que la globalización también ha llegado a la gastronomía y se ha producido una 'invasión'en los mercados de frutas exóticas, llenas de color y con sabores sorprendentes, que antes sólo se podían encontrar en tiendas muy especializadas.
Además de sus atractivas formas y gustos, estos frutos son una gran fuente de vitaminas. Un ejemplo lo podemos encontrar en el kiwi, que posee más vitamina C que una naranja. En general, todas ellas tienen un alto contenido en fibra, son diuréticas y contienen en su composición gran cantidad de agua, por lo que su consumo resulta muy refrescante en épocas de calor.
Deliciosas y coloridas frutas que tan sólo presentan un inconveniente: su precio, que supera al del resto de piezas tradicionales, pero que se justifica dada la difícil labor de importación desde lejanos países (sobre todo Sudamérica y el continente asiático).
En cuanto a la forma de consumo, estas frutas pueden degustarse de distintas formas, desde la receta más eleborada hasta un simple, pero sabrosísimo zumo tropical.
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