Lourdes Montes, una novia romántica, vintage y en tono rosa

La mujer de Francisco Rivera se ha convertido en la mejor embajadora de su firma de moda

Por hola.com

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Así llegó Lourdes Montes al barrio sevillano de la Esperanza de Triana: minutos antes de la hora prevista, con una sonrisa que no le cabía en el rostro, un vestido rosa palo diseñado por ella misma y del brazo de su hermano y padrino de la boda, Curro.

Ella ya había adelantado a la revista ¡HOLA! que su vestido no iba a tener nada que ver con el que lució en septiembre de 2013 para la boda civil pero sí, que iba a sorprender, como así ha sido. Con un original cuerpo ceñido del que pendían varios cristales en forma de lágrima, manga corta, escote con leve pico y falda con mucha caída terminada en una discreta cola, Lourdes derrochaba estilo y felicidad.

En abril, esta abogada de formación, se embarcó en el proyecto de sus sueños creando su propia firma de moda, Analilen, de la que se ha convertido en la gran embajadora, ya que ella ha sido la única que ha intervenido en el diseño de su vestido.

Para su primera boda, Lourdes prescindió de velo, esta vez no ha sido así y ha apostado por un gran velo Julieta, romántico y muy años veinte, que fijó al peinado –creado por Carmela Domínguez- con una diadema y un broche de inspiración vintage.

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Como complementos Lourdes llevó su anillo de pedida, una pulsera de brillantes de su abuela y unos pendientes largos. El maquillaje sencillo -obra de Goyo Acevedo- resaltaba sus ojos y su bronceado tono de piel.

Con un ramo de flores blancas con algunos toques verdes y pisando sobre unos zapatos blancos de ante, con cristales a juego con el cuerpo del vestido, Lourdes cruzó los pocos metros que le separaban del novio y de sus 250 invitados para convertirse, por segunda vez, en la esposa de Francisco Rivera.