Son buenos amigos y cada vez son más las ocasiones en las que se les ve juntos. Tamara Falcó y Enrique de Solís se conocen desde hace tiempo, pero se reencontraron el otoño pasado en un viaje multiaventura en Tenerife y desde entonces se han visto con mucha frecuencia. Una de las últimas ocasiones en las que coincidieron fue en un vuelo con destino a Londres (las imágenes de ambos en el aeropuerto se pueden ver en las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana), a donde han viajado estos días para asistir a la fiesta de Porcelanosa en el castillo de Windsor.
Ya de vuelta en Madrid, la hija de Isabel Preysler, se ha dejado ver feliz y sonriente por las calles de Madrid, más concretamente en el barrio en donde ha instalado su residencia "de soltera", donde además de pararse a charlar con algunas de sus vecinas, Tamara, quien parece estar atravesando un gran momento en el terreno personal, aprovechó para disfrutar de uno de sus grandes hobbies, las compras, esta vez en solitario y sin la compañía Enrique de Solís.
Tamara y Enrique ya habían coincidido el pasado 18 de junio, víspera de la proclamación del rey Felipe VI, en una cena de gala, organizada por un grupo de jóvenes aristócratas, en honor de los nuevos Reyes. En esta ocasión, Tamara estaba radiante con un vestido blanco, que resaltaba su esbelta figura. Días antes había causado bastante sorpresa la presencia de Tamara en la boda de Miguel de Solís, hijo de Carmen Tello y del marqués de la Motilla, hermano de Enrique, en Sevilla el pasado 7 de junio. La propia Tamara lo explicó así: “Me invitó él. Como ese mismo fin de semana yo daba testimonio en Sevilla, me escribió para que fuera y yo dije: ¡Vale!”.
La hija de Isabel Preysler había acompañado ya a Enrique, en mayo, durante la inauguración del hotel One Shot Recoletos, de la cadena hostelera que el benjamín de Carmen Tello gestiona con sus hermanos. Según ha explicado Tamara, Enrique y ella se llevan muy bien y comparten los mismos gustos musicales.
