La familia Faber-Castell celebra en su castillo una boda de cuento de hadas

El conde Anton Andreas, hijo del director general de la conocida marca de lápices Faber-Castell Asia Pacífico, se ha casado con la australiana Kate Stahl

Por hola.com

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Una hermosa joven australiana, un noble miembro de un gran imperio y un imponente castillo. Parecen todos los factores necesarios para una boda de cuento de hadas. Y así ha sido el enlace del conde Anton Andreas von Faber-Castell con Kate Stahl, una bella australiana que se ha convertido en Condesa de Alemania.

Kate adoptará desde ahora el apellido de la familia Faber-Castell, fundadores y dueños de la famosa empresa de lápices y propietarios de un castillo de ensueño en el que se ha celebrado la boda de los Condes. Alrededor de 300 invitados han estado en la iglesia Martin-Luther en Stein, cerca de Núremberg (Alemania), para presenciar el enlace de la joven australiana y el conde Anton Andreas, hijo del conde Andreas-Wilhelm von Faber-Castell, que es el director general de Faber-Castell Asia Pacífico.

 

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Después de darse el "sí, quiero" en una ceremonia oficiada en inglés y alemán, amigos y familiares continuaron la fiesta en el castillo de los Faber-Castell. Los protagonistas del enlace también se han trasladado, en una lujosa limusina Mercedes dorada, hasta la impresionante mansión, cuyos jardines han sido el escenario perfecto para las fotografías nupciales. Así, el conde Anton Andreas, de 31 años, y Kate, de 30,  han protagonizado románticas imágenes frente al enorme castillo, sin escatimar en besos y gestos cariñosos. "Decir que es un gran día sería un eufemismo. Es el día más importante", ha confesado el orgulloso novio en declaraciones recogidas por la publicación Daily Mail.

 

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Para la ocasión, la iglesia se ha llenado de flores blancas y amarillas, los colores de la familia Faber-Castell, con hortensias coronando los bancos. Pero no sólo la decoración se ha cuidado al detalle. La novia estaba deslumbrante con un vestido de seda blanco marfil de la diseñadora australiana Rhonda Hemingway, sosteniendo un ramo de rosas, prímulas y fresias. 

 

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La pareja contrajo matrimonio legalmente el viernes en un sencillo acto al que sólo acudieron los familiares más cercanos, pero ha sido este sábado cuando han celebrado su enlace por todo lo alto en el castillo. El hogar de los Faber-Castell fue testigo recientemente de otra impresionante boda, la de Charles von Faber-Castell y Melissa Eliyesil. 

La historia de los recién casados es tan apropiada para esta boda de cuento de hadas como el idílico escenario. La pareja se conoció hace más de quince años, iniciando una amistad que derivaría en un bonito romance. Aunque su primer encuentro se produjo en la capital australiana, actualmente viven en Munich y no tienen, por el momento, planes de abandonar la ciudad alemana.