Jessica Bueno vivió ayer uno de sus días más tristes porque era la fecha del primer cumpleaños de su hijo y no pudo estar a su lado. Y es que desde que el juez dictara la custodia compartida del niño, éste se encuentra en casa con su padre, Kiko Rivera, y su abuela, Isabel Pantoja, con quienes no estaba desde que la modelo decidiera ira vivir a Eibar con su novio, Jota Peleteiro.
Ahora le toca a Kiko disfrutar de su pequeño, con el que a partir de ahora pasará el mismo tiempo que Jessica. “La resolución judicial ya dictada y comunicada a las partes, determina la custodia compartida de mi hijo tanto por su padre como por su madre”, decía el DJ en el comunicado que envió a los medios de comunicación para dar a conocer la decisión de la jueza encargada de su caso. Aparte de lo explicado en este comunicado, Kiko no se ha vuelto a pronunciar sobre el tema, sólo se limitó a decir ayer, cuando salía de la finca Cantora, que estaba “contento”.
Jessica, que no ha hecho todavía ningún tipo de declaración, está arropada por su familia en estos difíciles momentos y ayer pudimos verla salir de su casa acompañada por su madre y regresar con varias bolsas, que parecían regalos para niño, quizá para Francisco.
El tema de la custodia les ha enfrentado desde que la modelo, rompiendo el acuerdo al que habían llegado tras separarse, tomara la decisión de marcharse a vivir a Eibar, donde vive su novio, el futbolista Jota Peleteiro. Este viaje, tan inesperado para Kiko motivó que le dedicara unas duras palabras en televisión. Explicó que Jessica quería que viera a su hijo con unas condiciones que él no estaba dispuesto a aceptar. “Me dice que puedo ver a mi hijo siempre y cuando esté ella delante porque dice que tiene miedo a que lo rapte, ni que yo fuera un delincuente” dijo. Por este motivo, Kiko presentó una demanda solicitando unas medidas cautelares con carácter de urgencia.
