Tamara Falcó acudió como invitada de lujo al programa El Hormiguero 3.0 . Allí dejó ver su lado más divertido y desenfadado, a la par que religioso. La hija de Isabel Preysler, inmersa en su nuevo proyecto televisivo I Love Tamara, su programa en Cosmopolitan TV, contó lo feliz que está plasmando su vida en este reality, o mejor dicho personality show, como prefiere llamarlo.
En uno de los primeros capítulos de su programa Tamara cuenta cómo se convirtió al catolicismo. Algunas pinceladas dio durante su entrevista con Pablo Motos, en las que contó cómo le cambió la vida leer la Biblia y cómo intenta llevar una vida más austera.”Yo tengo un pelín de problema con la austeridad, pero Dios va haciendo su obra, no es algo inmediato", No sin antes añadir: "Quiero ser austera, pero el diablo es muy malo”, comentó Tamara entre risas, no sin antes añadir frases como "Dios mola" o "el Papa es la pera". Tras declaraciones como estas, la hija de Isabel Preysler volvió a desmentir que quiera ser monja, y confesó que "salir de fiesta es perfectamente compatible con ir a Misa".
El mundo de Tamara nada que ver con cualquier persona de a pie. La hija del marqués de Griñón, que nació siendo famosa, confesó que tiene mayordomo y que poco o nada tiene que ver con Ambrosio, el que aparecía junto a su madre en un anuncio de bombones. "A mi mayordomo no le gustan nada las cámaras". Siguiendo la broma del spot publicitario, Tamara añadió: “Me he comido millones de Ferrero Rocher, mi madre los llevaba a casa del embajador”.
Sin perder ni un solo segundo de sonrisa y naturalidad, Tamara habló de su relación con los medios de comunicación: "Yo tengo muy buen rollo con la prensa. Desde pequeñita yo estaba allí con ellos, mientras esperaban a que mi familia saliera". Tamara reconoció que le encanta leer revistas: "Me interesa mucho la vida de la gente". Y por último, reveló que le gusta cuidarse pero que en su nevera no falta "el chorizo, el queso y el jamón".
