Eugenia Martínez de Irujo ha elegido un año más Marbella para disfrutar de unos días de descanso. Retirada prácticamente durante el último año de la vida social, la hija de la Duquesa de Alba se ha dejado ver por las calles de la localidad malagueña buscando esa paz y tranquilidad que a lo largo de este año le ha faltado debido a la batalla judicial que mantuvo con su exmarido, Francisco Rivera, por la custodia de su hija Cayetana, la que al final acabó ganando la Duquesa de Montoro, quien este verano ha disfrutado de unos inolvidables días de la compañía de su hija, quien acaba de poner rumbo a Sevilla.
Eugenia, quien aprovechó el fin de semana para salir a almorzar a unos de los chiringuitos más "cool" de Marbella, se encuentra alojada en la lujosa residencia que posee la familia en una de las zonas más exclusivas de la costa andaluza y de la que durante muchísimos años ha disfrutado la Duquesa de Alba, a quien ya se la espera en Ibiza.
Con camiseta de tirantes y amplio pantalón negros, la Duquesa de Montoro, quien ya ha disfrutado de unos días de playa con amigos en la localidad gaditana de Caños de Meca, volvió a decantarse por el estilo “hippy chic” que siempre le caracteriza y que no hay duda que ha heredado de su madre. El toque actual a su vestuario lo pudieron unas gafas de pasta clara que son lo último en el mercado de la moda.
En cuanto a la próxima boda de su exmarido, Francisco Rivera, quien contraerá matrimonio con Lourdes Montes el 14 de septiembre en Ronda, Eugenia ha decidido guardar silencio, mientras que el extorero confiesa que aún no hay sentencia sobre su nulidad matrimonial con la Duquesa de Montoro, con la que contrajo matrimonio en 1998 y de la que se separó en el año 2002. "Que va aún no hay sentencia. Lo lleva el tribunal eclesiástico pero aún no hay respuesta. Aunque espero tener un veredicto favorable muy pronto" confesaba ayer mismo Francisco, quien inauguraba ayer su renovada tienda en Sevilla.
