La Basílica de Santa María de Aracoeli, en la cumbre más alta del Monte Capitolino en Roma, se celebró la boda entre la actriz y diseñadora italiana Valeria Marini y el empresario siciliano Giovanni Cottone. Setecientos invitados asistieron a este fastuoso enlace que estuvo blindado y rodeado de estrictas medidas de seguridad.
La novia que lució un diseño de corte sirena de encaje adornado con hilos de oro y tiara prefirió no posar para los fotógrafos a la salida de la iglesia y tapó su rostro con el ramo, un bouquet de rosas y peonías blancas. De la mano de su ya marido, Giovanni Cottone, los recién casados ofrecieron una exclusiva recepción para todos sus invitados que contó con la actuación del músico Craig David.
A todos los asistentes se les pidió que llevaran algún detalle u objeto dorado a la boda. Entre los más célebres estaba el príncipe Filiberto de Saboya, que no acudió acompañado por su esposa Clotilde Courau. La ex mujer de Donald Trump, Ivana Trump, actuó al igual que Maria Grazia Cucinotta como testigo, y fue otra de las asistentes y eligió el color rosa palo para asistir a la ceremonia, adornado con un foulard, guantes y bolso dorado el color elegido por la novia, mientras que Antonia Dell’Atte optó por un vestido gris metalizado, completado con un clutch en tono dorado.
Los novios pidieron a sus invitados que en lugar de regalos hicieran donativos a dos organizaciones benéficas infantiles.
