Luis Medina y Paula Barcala disfrutan de una romántica escapada a Baqueira

El hijo de Naty Abascal ha recuperado la sonrisa gracias a una atractiva morena de 23 años que estudia arquitectura de interiores

Por hola.com

Atrás quedaron los duros momentos sufridos tras su ruptura con Amanda Hearst, bisnieta de magnate de la prensa estadounidense William R. Hearst, y ahora, Luis Medina vuelve a sonreír. La culpable de que haya recuperado la alegría y la confianza en el amor es Paula Barcala, una atractiva morena de 23 años que estudia arquitecura de interiores. Y es que si hace unos días les veíamos juntos disfrutando de una cena en un conocido restaurante de Madrid, ahora hemos sido testigos de unas entrañables instantáneas que demuestran que el hijo pequeño de Naty Abascal ha conseguido rehacer su vida.

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Coincidiendo con el inicio de temporada de esquí, Luis y su nueva acompañante han hecho una romántica escapada a la estación Baqueira-Beret (Lleida), conocida por ser un icono del glamour invernal y una de las mejores y más exclusivas de toda España. Luis, apasionado de este deporte, disfrutó de lo lindo por algunas de las más de 100 pistas de las que dispone la conocida estación y, como el caballero que es, ayudó a Paula a colocarse los esquís y a subirse en el telesilla por el que ascendieron a las zonas más altas.

Muy compenetrados y a la última moda, la pareja no dudó en abrigarse bien para hacer frente a las bajas temperaturas. Así, ambos lucieron sus mejores looks para esquiar, en los que no faltaron los abrigos, guantes, bufandas y gafas para protegerse del sol. Por unas horas, se olvidaron de que eran el objetivo de las cámaras y, como dos enamorados más, se dedicaron miradas y gestos de complicidad que evidenciaron el buen momento por el que están pasando.

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Al parecer, el principal motivo de su ruptura con Amanda Hearst fue la distancia, y quizá, la cercanía y el vivir día a día con la nueva mujer que ocupa su corazón, sea la clave para que su relación prospere y siga adelante. Sin duda alguna, esta romántica escapada es más que suficiente para demostrar que todo va viento en popa.