Borja Thyssen y Blanca Cuesta abandonan el hospital con su segundo hijo, Eric

La pareja posó con el pequeño a la salida de la Clínica Dexeus de Barcelona antes de regresar a su hogar

Por hola.com

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La familia Thyssen-Cuesta ya está de nuevo reunida en su hogar. Ayer a media tarde, Borja Thyssen y su esposa, Blanca Cuesta, abandonaban la Clínica Dexeus de Barcelona con su segundo hijo, Eric, en brazos. Antes de abandonar el recinto sanitario, los orgullosos papás posaron para la prensa con su benjamín, que vino al mundo hace tres días. A estas horas su hermanito mayor, Sacha, de dos años y medio, ya conocerá a quien a buen seguro se convertirá en su mejor compañero de juegos.

El pequeño Eric vino al mundo el pasado 5 de agosto y la noticia llegó en forma de feliz parte médico:

Esta madrugada a las 05'05 horas ha nacido Eric, el segundo hijo de Blanca Cuesta y Borja Thyssen-Bornemiza en USP Institut Universitari Dexeus de Barcelona. El bebé pesó al nacer 3.730 gramos y midió 50,5 cms.

El parto, que se ha producido de forma natural, ha sido atendido por la Dra. Montserrat Manubens, ginecóloga habitual de Blanca Cuesta y miembro del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Reproducción de USP Institut Universitari Dexeus, donde se ha realizado el seguimiento y control de toda la gestación. Tanto la madre como el niño se encuentran en perfecto estado.

La recuperación de la madre está siendo inmejorable. Ayer posaba feliz y relajada junto a su esposo y su hijo pequeño, que ha venido a colmar de felicidad a la familia y ha conseguido que sus padres olviden poco a poco los duros momentos que vivieron el pasado verano cuando Blanca Cuesta perdió el hijo que esperaba.

Pero, afortunadamente, este invierno la pareja hacía pública la mejor de las noticias. Blanca volvía a estar embarazada y esperaron a que pasaran los tres primeros meses de gestación (las semanas de mayor riesgo) para anunciar que se convertirían en padres por segunda vez. Uno de los secretos mejor guardados ha sido el nombre del niño. Hace poco, la pareja reconocía que le llamarían Borja, como su padre, y que el tiempo apremiaba por lo que debían decidir entre varios nombres que habían pensado durante la 'dulce espera'.