El secretismo rodea la boda de Chelsea Clinton, que se casa el próximo 31 de julio

A un mes del enlace, se desconoce el lugar donde se celebrará y el nombre del diseñador del vestido con el que la hija de Bill y Hillary Clinton abandonará la soltería

Por hola.com

Chelsea Clinton está casi en capilla. Queda tan sólo un mes para que la hija de Bill y Hillary Clinton abandone la soltería al lado de su prometido, el financiero Marc Mezvinsky, y a estas alturas es de suponer que los grandes preparativos estén listos para el gran acontecimiento. Sin embargo, pocos detalles han trascendido del mismo.

Lo único que se sabe es que se celebrará el próximo 31 de julio. En principio se dijo que sería en la isla de Martha's Vineyard, pero según dio a conocer Doree Shafrir en New York Magazine, la boda tendrá lugar en un sitio ubicado a dos o tres horas en coche desde Nueva York. Según Shafrir, los invitados conocerán el lugar al que tienen que desplazarse una semana antes.


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Y a pesar de lo poco que se conoce del que será el día más feliz en la vida de Chelsea, lo cierto es que la expectación en torno al mismo ha ido creciendo desde que los novios dieran a conocer que estaban comprometidos. Fue mediante un e-mail con el que felicitaban a sus amigos por Acción de Gracias el pasado mes de noviembre. 

Para el vestido de novia se dio en un principio el nombre de Óscar de la Renta. Sin embargo, las últimas informaciones apuntan a que Chelsea podría habérselo encargado a Vera Wang. La hija del ex presidente estadounidense suele optar por una moda más tradicional y, en este sentido, los diseños clásicos de Vera serían una opción perfecta para ella. De momento, no se ha confirmado nada. 


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Tampoco se sabe si la ceremonia será por el rito judío –el novio es de esta religión- y no se ha publicado una lista oficial de invitados. No obstante, se espera que acudan jefes de Estado, amistades de la familia Clinton y por supuesto amigos de los contrayentes. Según Shafrir, solo los más allegados a la familia están incluidos en la lista de las 400 personas invitadas. “No será una boda de celebridades”, ha declarado una fuente cercana.

No es de extrañar que la novia haya contado con la ayuda de su madre para preparar el acontecimiento. La secretaria de Estado de Estados Unidos declaró a la CNN en febrero, cuando se le preguntó en broma si negociar la paz en Oriente Medio estaba siendo tan difícil como planear la boda de su hija: “Probablemente diría que es igual de difícil.”


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Su marido, el ex presidente Bill Clinton, también ha hablado de la próxima boda de su única hija y en abril reveló que estaba intentando perder peso para el gran día. “Ella cree que no estoy en forma”, dijo el padre de la novia en declaraciones a la CBS. “Ella me dijo el otro día: ‘Papá, lo único que tienes que hacer es caminar conmigo hasta el altar y tienes que verte bien’. Así que le dije: ‘¿Y cuál es tu idea?’ Y me contestó: ‘Unos siete kilos’. Así que voy a mitad de camino.”