Cientos de personas se acercaron el jueves a la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, en Massachussets, para dar el último adiós a Eunice Kennedy Shriver, hermana del desaparecido presidente John F. Kennedy, que falleció el pasado martes a los 88 años en el hospital de Cape Cod, después de estar varios días ingresada tras sufrir un derrame cerebral.
Antes de que las puertas fueran abiertas al público, tuvo lugar una ceremonia privada para sus familiares. Todos ellos estuvieron en los primeros bancos de la Iglesia y mostraron su mejor cara y una gran serenidad para despedirse de la mayor del clan Kennedy. Junto a su féretro de Eunice, se colocaron varias fotografías familiares, muchas de ellas acompañados por líderes mundiales.
María Shiver, hija de Eunice, dio las gracias a todo el mundo que se acercó hasta la iglesia para rendir tributo a su madre, y estuvo apoyada en todo momento por su marido, Arnold Schwarzenegger, que al finalizar el velatorio le dio un tierno beso. Otro tierno gesto fue el que tuvo Carolina, una de las nietas de la fallecida con su abuelo, Robert Sargent Shriver, a quien acarició la cara cariñosamente.
Tampoco faltaron en el funeral rostros conocidos, como Oprah Winfrey, y varios deportistas discapacitados, que con su presencia querían agradecerle todo lo que había luchado por ellos, como fundadora de los Juegos Paralímpicos. “Nos enseñó a tener valor ante la adversidad”, dijo uno de los asistentes. La medallista de las Paraolimpiadas Lorettta Claiborne también quiso darle el último adiós y no pudo contener las lágrimas mientras destacaba que la capacidad de Eunice para ayudar a todo tipo de personas.
