Fue durante una rueda de prensa ofrecida en diciembre del año pasado en Gold Coast, Australia, donde la tenista Martina Hingis dio a conocer que se había comprometido con su compañero de profesión Radek Stepanek, después de un año de relación. "Me propuso matrimonio el mes pasado en Praga y acepté. He estado en Suiza un mes y medio con el anillo puesto y nadie se dio cuenta", dijo por entonces enseñando orgullosa su alianza de brillantes. Pero ahora, ocho meses después, es el tenista checo quien anunció el pasado sábado a través de un portavoz de la Organización Mundial de Tenis, que ya no iba a haber boda con la cinco veces ganadora de un Grand Slam. "El y Martina Hingis han terminado, pero seguirán siendo buenos amigos, y eso es todo lo que tiene que decir", comunicó el portavoz de la ATP, al terminar la rueda de prensa posterior al partido de semifinales del Master Series de Montreal, en el que fue eliminado por Roger Federer.
Por el momento ninguno de los dos ha querido pronunciarse sobre las causas de la ruptura de esta relación que comenzó en las pistas de tenis. No es la primera vez que la suiza mantiene una relación sentimental con un deportista profesional. La primera fue en 1998 con el tenista español Julián Alonso, pero no llegaron a buen puerto. En 2001 comenzó con estuvo con otro español, pero no se dedicaba al deporte de la raqueta, sino al golf: Sergio García. Aunque después de un año de amor, ambos decidieron terminar su noviazgo. Después se enamoró de su abogado, Christopher Calkin, a quien conoció durante el juicio contra un acosador de la tenista, pero la presión mediática fue más fuerte de que su amor y rompieron. Después de varias relaciones fallidas, parecía que Martina Hingis había logrado la estabilidad al lado del tenista checo.
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