Mientras su hijo Cayetano prepara su boda con Genoveva Casanova y su hija Eugenia sigue adelante en su relación con Gonzalo Miró, relación de la que, sin duda, tuvo noticia antes que nadie, dado que entre ella y su hija no hay secretos, Cayetana de Alba descansa en Ibiza con sus nietos los mellizos Luis y Amina, a los que, al igual que a todos sus nietos, adora.
Las imágenes fueron tomadas en la playa próxima a la casa que la duquesa posee en la isla, y en ellas Cayetana aparece feliz y relajada con los pequeños, cuyos padres le van a dar este año la alegría de verlos convertidos en marido y mujer. La duquesa, que llevaba en su bolsa de playa el último número de nuestra revista, aprovechó los momentos en que Luis y Amina no requerían su atención directa, porque estaban jugando a su lado sobre la arena, para leer el reportaje que publicábamos sobre Eugenia y Gonzalo en Marruecos, viaje que, por supuesto, también conocía Cayetana, quien, hace unos días, recibió, al parecer, la visita de su hija en Ibiza.
En los últimos días se ha oído comentar si la duquesa daría o no el visto bueno a la relación de su hija con Gonzalo, planteamiento que, sin duda, queda fuera de la forma de ser de la duquesa, una mujer abierta, que busca siempre la felicidad de sus hijos, pero que es muy respetuosa con las decisiones que en cada momento tomen éstos. Y lo que decimos no está en contradicción con ese deseo expresado repetidas veces por Cayetana de que Eugenia y Francisco Rivera llegaran a reconciliarse un día. Deseo, por otra parte, común a todas las madres cuyos hijos pasan por esos difíciles momentos en que existe una ruptura de hecho pero, al mismo tiempo, sigue, de alguna manera, viva la esperanza de que puedan volver a empezar de nuevo. No es cuestión, por tanto, de aceptar o no aceptar las decisiones de los hijos, sino, como hace Cayetana, saber estar en todo momento al lado de ellos, respetando, eso sí, la decisión que han tomado.
