Humberto Janeiro: 'Mi mujer tiene razón al separarse'

Por hola.com

A Humberto Janeiro, padre de Jesulín de Ubrique, no le ha pillado por sorpresa la decisión de separarse que ha tomado su esposa, Carmen Bazán. E incluso afirma que comprende a su mujer. Sin embargo, dice que determinados medios de comunicación han hecho "de tanto así...,una montaña".Por otra parte, Humberto asegura que no se a volver a casar con nadie. Y que si alguien espera a partir de ahora verle en público con mujeres, va a tener que esperar sentado.

- Humberto,¡la que está cayendo estos días!
—Efectivamente. Yo creo que, más que llover a chuzos, esto es una tormenta con relámpagos y granizo
- ¿Y cómo están las cosas?¿Usted también está decidido a separarse?
—Decidido...porque ella también lo decide. Yo sabía que a mi mujer se le estaba haciendo mucho daño; sobre todo, que yo le estaba haciendo daño. Pero que, a la vez, estaba multiplicando todo con la publicidad que se le da, cosa que a Mari Carmen la está afectando bastante. Me lo veía venir. Pero, a la vez, ha habido coincidencias de la vida. Por ejemplo, que yo me tropezara con alguna mujer últimamente, de sorpresa, se diga lo que se diga. Y lo han tomado de otra manera, lo cual multiplica el daño a mi esposa. Claro que yo, en su lugar, pensaría igual que ella
’Del dicho al hecho...’
- ¿Y haría igual que ella? Es decir,¿se separaría?
—Pues creo que, de momento, tomaría la misma decisión que ella ha tomado .Aunque luego habría que buscar si es cierto o no es cierto, porque del dicho al hecho, ya se ha dicho que va un trecho. Y la gente ve más cosas, va siempre más allá, exagera: si entro una vez en un bar, dicen que he entrado diez veces; si veo un día a una mujer, dicen que he visto diez días...o que he visto diez mujeres; si me compro un décimo de lotería, dicen que me he comprado cien. Me tienen puesto un marcaje que a mí me afecta, y a mi mujer y a mi familia mucho más, porque se exageran las cosas. Pero sí, yo, en el lugar de Mari Camen, mi mujer, hubiera hecho lo mismo.
- Carmen (o Mari Carmen, como la llama usted)dice que no le preguntó si andaba con alguna
—Cierto. Casi nunca me lo preguntó
. - Pero añade que no lo hacía... porque ya lo sabía y no le quería poner en el disparadero de que se lo fuera usted a negar —Pero no es que lo supiera: ella nunca lo ha visto con sus ojos. Y sabe que he conocido a muchísimas mujeres, pero sin tener relaciones de las que se imagina. Eran relaciones de amistad nada más
- Hombre, no todo sería amistad, Humberto
—Hombre siempre puede ocurrir cualquier cosa...Pero lo que digo es que yo nunca he vivido con ninguna en mi vida y jamás le he comprado una casa a una mujer, ni un coche, ni un detalle de esos importantes, ni les he hecho arreglos de casa...No he hecho nada de eso

Detallista
- Señor Janeiro, algún regalo sí que habría,¿o no?
—Yo soy una persona detallista, muy detallista. Pero, por otra parte, jamás he ido a casa de ninguna mujer
- Hombre, siempre hay sitios, digamos...,neutrales
—A mí nadie me puede demostrar, como digo, que he traspasado puerta de la casa de ninguna mujer, de ninguna de esas personas que se suelen mencionar relacionándolas conmigo. Eso no lo he hecho yo en mi vida, porque mi casa era solamente una: la de mi mujer y mía
- Vamos a ver, Humberto, póngase en el caso de su señora, que, de pronto, ve unas fotos suyas en Puerto Banús en un descapotable con una mujer al lado. O mejor: si su señora fuera en un coche deportivo con un señor al lado,¿qué diría usted?
—Bueno, lo del descapotable es muy elástico decirlo. A mí me dieron un golpe en el coche y la compañía me tenía que dejar otro de las mismas características. Pero resulta que era...un descapotable. En realidad, yo iba en un vehículo de inferior categoría al mío. Y lo único que pasó fue que me vieron con esa señora entrar en el coche y salir después a un bar a tomar unas copas. Yo había ido hacer unos negocios y ella estaba allí .Después la cogí, la llevé a su sitio con un familiar suyo y nada más. No he hecho absolutamente nada más; no me he ido con ella a ningún apartamento ni a ningún hotel. Y si es delito tomar una copa, pues entonces habrá que pensárselo dos veces antes de salir de casa
—Pero se trata de una persona a la que han relacionado hace tiempo con usted
—Sí, Mari Angeles. Yo conozco a esa muchacha desde hace unos doce años, más o menos