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Desconfianza, suspicacias, control excesivo... sí, estamos hablando de los celos. Y queremos partir de un hecho: ser celoso no significa que se quiera más a alguien. “Amar significa respeto y aceptación de la otra persona, lo cual es incompatible con las conductas de los celos que invaden los derechos de las otras personas”, explica Pilar Conde, directora técnica de Clínicas Origen, para quien la irrupción de los celos en una relación puede afectar negativamente de tal manera que se llegue a la ruptura. La persona celosa tiene miedo a perder a su pareja, con o sin motivo, pero en ambos casos, los celos le hacen interpretar la realidad bajo el prisma de la inseguridad y el temor.

 

En opinión de la experta, la imaginación comienza poco a poco a superponerse a los hechos y es entonces cuando las sospechas dan lugar a preguntas insistentes, vigilancia del teléfono móvil, de sus redes sociales y otros ámbitos privados. Aunque esa labor de 'detective' demuestre que su pareja no le es infiel, si los celos son obsesivos, nada importará. Muy al contrario, puede pasar que piense que cualquier detalle, pista o llamada corroborará sus sospechas.

 

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Celos en cualquier tipo de relación

Tal y como nos explica Marta Araceli de la Peña, Psicóloga General Sanitaria y Psicoterapeuta del Grupo Laberinto, los celos se expresan a partir de una amplia gama de emociones asociadas al miedo, rabia, tristeza… y a una preocupación excesiva e irracional ante la sospecha de una situación percibida como amenazante (ya sea real o imaginaria) de la pérdida de un recurso limitado. “Una amplia gama de emociones y cogniciones asociadas alteran psíquicamente a la persona llevándola a la realización de comportamientos de tipo posesivo, irascible, defensivo, de competitividad, de control, culpabilizando al otro por sus actos, etc", explica.

Y es que no hay que olvidar que "los celos suelen darse en las relaciones de pareja, pero también pueden aparecer en cualquier otro tipo de relación interpersonal (hermanos, amistades, progenitores, compañeros…)”, nos cuenta la experta.

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¿Cómo identificar a una persona celosa?

Dentro de las relaciones de pareja, frecuentemente se normalizan los comportamientos derivados de los celos confundiéndolos como una muestra de amor romántico, cuando en realidad los expertos apuntan a que podríamos decir que se trata incluso de un tipo de violencia. Por eso es importante distinguir algunos de los rasgos de la personalidad de alguien que siente celos y se comporta de forma patológica, entre los que destacan los siguientes:

-Cuando tu pareja desconfía de ti preguntándote excesivamente por lo que haces o dices.

-Quiere controlar todo lo que haces con acciones insistentes (saber con quién hablas, de qué hablas, cómo vistes, revisa tu móvil…).

-Está convencido/a de que sus celos están justificados.

-Hace chantaje emocional o te presiona, cuando decides disfrutar de la compañía de otras personas o hacer tus propios planes.

-Impone su visión de la realidad con una actitud dominante.

-Critica tus decisiones, te humilla, regaña y/o desvaloriza.

-Trata de cambiar tu imagen, tus preferencias, inquietudes…

-Muestra repentinas reacciones de enfados.

 

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Personas que sufren mucho psicológicamente

En opinión de Pilar Conde, el celoso “siempre encontrará motivos donde no los haya y siempre hallará pruebas que confirmen sus peores miedos. Sin embargo, el problema no está en el otro, sino en su interior, en la falta de autoestima y de confianza en sus posibilidades. Al no valorarse, no entiende por qué su pareja le puede llegar a querer. Desconfía primero, sospecha después”.

 

En su opinión, estas personas sufren mucho psicológicamente y llegan a presentar dolor físico, unido a cuadros de ansiedad, lo que les impide no ya disfrutar del amor, sino incluso de la vida en general. Por eso, para estas personas, Pilar Conde recomienda la ayuda profesional, y es que la terapia con un experto puede hacerles ver dónde se encuentra el problema. Y hace una llamada especialmente a los padres de adolescentes para que estén alerta ante comportamientos de este tipo en sus hijos. Si detectan problemas de celos conviene consultar con un psicólogo, puesto que es en esta edad cuando se establecen las pautas de las futuras relaciones.

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¿Se pueden superar los celos?

Para todos aquellos que sufren los celos, Pilar Conde deja cinco consejos con los que controlarlos y comenzar a superarlos:

-Comienza por quererte a ti mismo. Es importante valorar tus virtudes y fortalezas, buscar hobbies y plantearte metas. Piensa que antes de conocer a tu pareja tenías el mismo valor como persona.

-Comunícate con tu pareja. Vivimos pegados a la pantalla, pero hay que hablar. Exprésate y cuéntale lo que sientes en determinadas ocasiones. Entre los dos podéis buscar una solución que te ayude a controlar el miedo, sin que tu pareja tenga que cambiar para evitar tus miedos.

-Respeta su espacio. Todos necesitamos tiempo para nosotros. Intentar conseguir que dedique todo su tiempo a tí no evitará un posible engaño y generará agobio.

-No compares esta relación con otras anteriores. Todos podemos tener un pasado, pero piensa que si has vivido un engaño en una relación anterior, no tiene por qué pasar lo mismo ahora.

-Evita los pensamientos negativos. Como hemos comentado, los celos suelen ser irreales y nacen de nuestra propia imaginación. Trata de discernir y no permitas que esos pensamientos desemboquen en conductas celosas.

-Mantén la calma. Cuando tengas un ataque de celos (no es fácil conseguir cambiar de actitud a la primera), respira y espera a que pase. Antes de hablar con tu pareja y recriminarle cualquier acto, intenta rebajar el grado de tu enfado y nerviosismo. No dejes que vaya a más.

 

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