¿Qué relación hay entre las emociones y la diabetes?

Laura Sánchez ha reconocido que padece la enfermedad, influida en su caso por el estrés emocional

Por Pilar Hernán

La modelo y diseñadora Laura Sánchez hablaba recientemente del problema de salud que padece. "Tengo diabetes tipo 1 y, bueno, me he hecho a ella... Soy una persona organizada, me controlo mucho... No es fácil, yo entiendo que hay gente que no lo lleva bien y es que no es fácil, pero como hace poquito me dieron los resultados y me felicitaron, pues eso te motiva... pero la verdad es que es un control diario y un esfuerzo diario. Pero se lleva bien", ha reconocido en declaraciones a Europa Press, añadiendo que, en su caso concreto, este problema de salud tiene su causa en el "estrés emocional", pues no lo ha heredado genéticamente (nadie en su familia tiene diabetes).

Lee también: Diabetes tipo 1, cada día más lejos de ser una enfermedad crónica

"Al salir a la edad que ha salido, viene con un antecedente emocional, igual que un colon irritable o una úlcera de estómago, somatizar al final todo eso pues rompe en este tipo de enfermedades... pero bueno, la vida me manda esto y lo vamos a llevar para adelante", explicaba sin perder la sonrisa. Y es que la actitud con la que afronta este traspié, sin duda, la ayuda a seguir avanzando. “Te hace parar y pensar que la vida se va, que es muy rápido, que estamos aquí hoy y que hay que preocuparse de lo muy justito... Hay que vivir", explica

Lee también: 5 hábitos saludables para prevenir la diabetes

¿Hay relación entre las emociones y la diabetes?

Al conocer su caso, nos hemos preguntado hasta qué punto nuestras emociones pueden llegar a influir en un problema de salud como la diabetes. Pues bien, al experimentar emociones intensas, sobre todo en el caso de aquellas que son negativas (estrés o ansiedad, por ejemplo), en nuestro organismo aumentan los niveles de cortisol.

“El estrés es una reacción del organismo frente a cualquier situación emocional, frente a una preocupación. Reacciona defendiéndose ante un ataque externo, que puede ser por un exceso de trabajo, problemas emocionales…. Esto va a provocar un estrés. Y nuestro organismo reacciona produciendo más cortisol, la llamada hormona del estrés. Es como si nuestro organismo reaccionara segregando ese cortisol para ponernos en alerta, en defensa. Ese cortisol provoca que aumente el ritmo cardiaco y aumente la frecuencia respiratoria. Esto hace, a su vez, que necesitemos más energía, y nuestro organismo libera azúcar hacia los músculos para que estos estén activos y puedan funcionar. Esto lo hace a través del glucagón, que es la hormona que va a hacer que nuestro torrente sanguíneo tenga más glucosa”, nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí.

¿Qué pasa si hay diabetes? “Que no se pueden controlar esos niveles de glucosa, va a ser una subida muy alta, y el organismo debería de producir insulina para combatir esos niveles de azúcar tan altos. Si hay diabetes, el páncreas no produce suficiente insulina y puede haber lo que llamamos una hiperglucemia”, confirma la experta. Y añade que todo esto puede derivar, incluso, en la aparición de una diabetes tipo 2 a largo plazo, si estamos muy estresados, debido a esa reacción tan continua y tan rápida que genera el estrés en los niveles de azúcar, que suben mucho de forma repentina, sobre todo con la edad, cuando nuestro organismo no es tan efectivo para fabricar insulina. “Nuestro organismo no va a tener suficiente tiempo de reacción para fabricar insulina y a la larga se puede provocar una diabetes”, nos dice. Y añade un dato curioso: “Este es uno de los motivos que explican, además, por qué cuando se está más estresado tienes más necesidad de azúcar sin darte cuenta a veces. Necesitas un aporte de azúcar extra al organismo. Este es otro motivo que puede hacer que engordemos”.

En resumen, la experta de Farmacia Meritxell, en Andorra, alerta de que los diabéticos han de ir con mucho cuidado en las situaciones de estrés, porque es un pico de azúcar en la sangre muy rápido y en muy alta cantidad.

Lee también: Cómo evitar la producción de cortisol y adrenalina, las hormonas del estrés

VER GALERÍA

Ojo con las subidas de glucosa por estrés

Queda claro, por tanto, que cuando nuestro organismo detecta una subida de cortisol, entiende que necesitaremos más energía, por lo que libera glucosa en sangre. Y, claro está, esto nos sucede a todos: tanto a los diabéticos como a los que no lo son. Pero los segundos no tienen por qué preocuparse, pues consiguen regular estos niveles de glucosa y mantenerlos en valores óptimos sin que la subida sea perceptible. La explicación es clara: su organismo la metaboliza según se produce, se regula, y mantiene los valores habituales sin mayor problema. En el otro extremo están los diabéticos, que son quienes deben estar alerta son los diabéticos, que no consiguen regular esta subida de glucosa en sangre, y pese a que su origen no tiene que ver con la alimentación, experimentan los mismos síntomas que si la hubieran ingerido, pues los riesgos de este exceso de glucosa en sangre son los mismos.

La relación, por lo tanto, existe. Por este motivo, las personas diagnosticadas de diabetes deben estar alerta, pues, como hemos visto, sí existe una relación entre estrés y subida de glucosa. Por eso, si una persona con este problema vive con un estrés continuo, y puede comprobar que su nivel de glucosa en sangre aumenta cuando tiene un pico, sin duda, una situación de estrés constante puede acabar siendo perjudicial para su salud.

Lee también: Alimentos que te ayudan a controlar los niveles de glucosa

El problema de somatizar

A esto hay que sumar que existen alteraciones mentales que pueden provocar o agravar síntomas aparentemente físicos. Esto último es lo que se conoce como somatización, que no es más que la expresión a nivel corporal de un malestar psicológico. En otras palabras, es una señal de alerta de nuestro cuerpo para indicarnos que es incapaz de soportar por mucho más tiempo el malestar psicológico que nos afecta y que necesitamos ponerle freno cuanto antes. De lo contrario, esos síntomas aislados pueden llegar a derivar en enfermedades mucho más serias, como un infarto del miocardio o la citada diabetes. Sin embargo, aún nos resulta difícil relacionar un episodio de ansiedad, estrés o depresión con la posterior evolución de una enfermedad coronaria, un trastorno del colon o un eczema en la piel.

Lee también: Te contamos cómo detectar y gestionar el estrés emocional

Consejos para controlar el estrés

Resulta fundamental llevar un estilo de vida equilibrado que nos permita cuidar nuestro bienestar emocional, para lo que podemos aplicar los siguientes consejos propuestos por TherapyChat:

  • Expresa tus emociones desde la asertividad. No es bueno reprimir las emociones y no expresarlas abiertamente. "Por tanto, una excelente manera de aliviar las tensiones cotidianas y evitar que se acumulen consiste en hablar abiertamente sobre tus emociones y sentimientos. Eso sí, hazlo siempre de forma asertiva para no herir sensibilidades a tu alrededor", recomiendan.
  • La importnacia de escuchar tu cuerpo. "El estilo de vida que llevamos hoy día nos ha desconectado de nuestro cuerpo, de manera que muchas veces pasamos por alto las señales que nos envía hasta que es demasiado tarde. ¿Cómo evitarlo? Volviendo a conectar con tus emociones y con tu cuerpo. Para ello, necesitas prestar atención a tu mente cuando estás triste, ansioso o enfadado, pero también cuando te duele la cabeza o te sientes fatigado. Con el tiempo, serás capaz de descifrar qué quiere decir tu cuerpo. Un buen ejercicio para reconectar es la meditación", apuntan.
  • Disfruta más del momento presente. Lo cierto es que nuestra salud, tanto mental como corporal, no dependen del pasado ni del futuro, sino del momento presente. Ese es el motivo por el que debemos aprender a disfrutar más del momento presente y a desarrollar una conciencia plena que te permita estar aquí y ahora. "De esta manera, no solo estarás más atento a lo que sucede a tu alrededor, sino que podrás tomar mejores decisiones sobre tu estilo de vida", nos cuentan.
  • No dejes que el malestar emocional o las tensiones se acumulen en tu interior. "Si no eres capaz de solucionar los conflictos a tu alrededor por tu cuenta, busca ayuda profesional antes de que el problema tome forma en tu mente. Así, no solo podrás recuperar tu equilibrio y bienestar emocional cuanto antes, sino que evitarás que los problemas mentales cobren vida en tu cuerpo", concluyen.